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Ser cooperante, ¿se hace o se nace?

Al igual que ocurriera con mi colaboradora Beatriz Valbuena, otra de las personas que se incorporó y colaboró en la Unidad de los Balcanes, Cáucaso y Asia Central del Departamento de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española fue Iñaki Sainz de Rozas Pertejo.

Cooperante Iñaki Sainz de Rozas Pertejo
Cooperante Iñaki Sainz de Rozas Pertejo

Estudió Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, con una especialización posterior en los nacionalismos balcánicos y postsoviéticos. Su llegada al equipo “balcánico” fue un tanto fortuita.

En esta entrada, Iñaki, nos cuenta sus primeros pasos en Cooperación y hace una retrospectiva de sus orígenes y  de su amplia y dilatada experiencia en diversos continentes gestionando distintos tipos de proyectos.


Los orígenes

Pues, los que habíamos nacido en el “Neolítico”, debíamos hacer el Servicio Militar Obligatorio,  o el Servicio Social Sustitutorio en su lugar. Ese fue mi caso, para hacer el Servicio Social Sustitutorio yo había sido asignado a un puesto de ayuda en carretera de Cruz Roja cerca de mi lugar de residencia, pero pensé que, por mi formación, podría encajar mejor en el Departamento de Cooperación Internacional.

Tras ponerme en contacto con Fernando en el verano de 1999, y explicarle mi caso, solicitamos entre los dos el cambio de expediente dentro de Cruz Roja, y tres meses más tarde, el 27 de Septiembre de 1999, ¡voilá! empecé mi Objeción de Conciencia en ese Departamento y por tanto mi inmersión en el mundo de la Acción Humanitaria.

Mi carrera desde entonces se ha dividido en varias fases. En un primer momento estuve ligado a Cruz Roja durante cuatro años entre el trabajo en la Oficina Central y una primera misión en El Salvador.

Posteriormente trabajé en Ciudad Juárez (México) para organismos del Gobierno Federal mexicano y con organizaciones locales.

Después me reincorporé a Cruz Roja entre 2005 y 2012. Y desde entonces he trabajado con la organización Acción Contra el Hambre en Líbano

Mapa Líbano

y ahora (marzo de 2016) vuelvo a Malawi por segunda vez.

Mapa Malawi

Además he trabajado en otros países como Zambia, República Sudafricana, Namibia y en el  sureste asiático en Pakistán.

Mapa Pakistán

Gestionando Proyectos

Yo siempre he gestionado proyectos pues los que tenemos una formación no técnica, somos considerados generalistas, y a lo que, en un principio, podemos aspirar es a la gestión de proyectos y de los fondos con los que financiar dichas actividades.

Imagen Gestión de proyectos

El trabajar en una organización generalista como Cruz Roja me permitió implicarme en proyectos de diferente naturaleza: Agua y Saneamiento, Salud, Desarrollo Comunitario; Medios de vida, Seguridad Alimentaria, etc.

Pero poco a poco me he ido especializando en proyectos de Seguridad Alimentaria, Medios de Vida, Generación de Ingresos, y reparto de dinero, y últimamente también me he implicado en la identificación de estrategias sectoriales.

Me ha permitido tener una versión más integradora de la Acción Humanitaria y de la Cooperación al Desarrollo. Y agudizar el análisis de los factores que potencian la vulnerabilidad de las poblaciones a las que apoyamos, algunos de los cuales tenemos la capacidad de revertir pero, en otros casos, su solución escapa fuera de nuestro alcance.

Desde mi punto de vista considero que el cambio generado en las poblaciones locales por un proyecto de Cooperación al Desarrollo está basado en procesos de aprendizaje de nuevas formas de vida; técnicas agrícolas; hábitos alimenticios; hábitos higiénicos, etc. Por eso es importante tener en cuenta que el impacto de estos procesos requiere su tiempo. Por poner un ejemplo  “la gente no se lava las manos porque los agentes sociales les digamos varias veces que es bueno lavarse las manos” (¿cuántas veces nos decían de pequeños que no hiciésemos ruido al beber, y nosotros seguíamos sorbiendo del vaso?), si no que todo cambio requiere un proceso de aprendizaje y acompañamiento para supervisar la puesta en práctica de los nuevos hábitos y corregir posibles fallos y errores.

También es importante tener en cuenta que las soluciones que propondremos deberían apuntar hacia una sostenibilidad duradera en el tiempo, para lo cual por un lado es necesario buscar soluciones sencillas con las que la población esté familiarizada o pueda estarlo en un periodo corto de tiempo, y además analizar todos los factores (culturales, económicos, sociales, etc.) que podrían menoscabar esta sostenibilidad.

Proyectos agrícolas

Recuerdo que con el fin de fortalecer las actividades agrícolas locales, en una ocasión repartimos bombas de riego manuales entre los agricultores, el proyecto había sido apoyado por el Ministerio de Agricultura local y de hecho había sido una petición de los beneficiarios, que sabían de la existencia de dichos sistemas de riego y pensaban que era la solución para fortalecer su producción.

Pakistán. Registro de beneficiarios. Registration of farming beneficiaries
Pakistán. Registro de beneficiarios. Registration of farming beneficiaries

Durante el primer año, tras las distribuciones de las bombas de riego, todo el proyecto fue viento en popa, las familias incrementaron su producción y el donante estaba encantado con ver los campos de maíz rebosantes. Sin embargo al identificar la solución con los beneficiarios, no tuvimos en cuenta la vida media de una bomba de riego, el desgaste de las piezas por su uso prolongado, ni la posibilidad de encontrar piezas de recambio en las proximidades de las aldeas donde trabajamos.

Al identificar el proyecto supimos que las piezas de recambio se vendían en la capital del país (a 100 km de distancia) y pensamos que los beneficiarios se podrían organizar para ir a comprarlas. Pero en nuestro razonamiento no tuvimos en cuenta los hábitos de vida locales, las rentas medias y el coste de la vida. Cuando cerramos el proyecto y empezaron a surgir los primeros problemas con las piezas, supimos que los agricultores no estaban dispuestos a hacer más de 40 Km de distancia y emplear más de un día en comprar los recambios. 40 km era el trayecto que un agricultor podía recorrer en un día en autobús para poder regresar en el mismo día a su aldea. EL recorrer mayores distancias significaba una mayor inversión en el viaje (mayor coste de transporte y coste para pernoctar), además suponía que el agricultor iba a desatender su ganado o sus actividades agrícolas durante al menos 48 horas, sin que le asegurase nadie que podría regresar a la aldea con las piezas de recambio o que debería emplear al menos otros dos días para recoger las piezas encargadas al proveedor.

Estos gastos y el tener desatender sus predios agrícolas suponían un riesgo que no podían permitirse los agricultores, por miedo a robos, y a otros factores, así que tras la finalización del proyecto y tras nuestra marcha de las aldeas, a medida que las bombas de riego se fueron estropeando, los agricultores regresaron a sus viejas formas de riego y a su agricultura de subsistencia.

Limitaciones

Como digo es importante saber que la ayuda a la Cooperación y la Acción Humanitaria no es una panacea con la que acabar con todos los males que acucian a las poblaciones vulnerables, si no que nuestro alcance es limitado, y es importante tener esto presente en determinados contextos, donde el peso de las tradiciones, la cultura o del sistema político nos impide un desarrollo de soluciones más pragmáticas (Pakistán, Afganistán, etc.)

Distribución de insumos agrícolas y ganaderos en Pakistán
Distribución de insumos agrícolas y ganaderos en Pakistán

Personalmente en Pakistán me costó tiempo admitir que el apoyo que prestaba al desarrollo de las poblaciones rurales (y en especial al de la mujer) se veía limitado por factores (religiosos, culturales, políticos y económicos) que estaban fuera de mi alcance, y eso supuso un desgaste emocional y psicológico importante, que la exigencia del trabajo en esos momentos no me lo permitía.

En este sentido es importante saber cuáles son nuestros limitantes anímicos y físicos, pues desgraciadamente no solemos estar preparados para trabajar en cualquier ambiente, y el ser demasiado ambiciosos en nuestras primeras misiones puede generar un desgaste físico y psicológico importante que nos ponen en riesgo a nosotros a nuestro equipo y al trabajo realizado. Países con situaciones complejas como Irak, Afganistán o Pakistán deben ser destinos para personas con cierto recorrido a sus espaldas, por el bien de la persona cooperante y por el bien de la organización.

Mi experiencia me ha enseñado, además, a saber que en muchas ocasiones las soluciones a los problemas de las poblaciones a las que apoyamos, se encuentran a la vuelta de la esquina. Con esto quiero decir por un lado que hoy en día casi todo está inventado, no estamos aquí para “inventar la rueda”, sino para aprender de experiencias anteriores, en el entorno donde nos desenvolvemos, que hayan tenido éxito y que, a través de nuestra acción, podamos mejorar su eficacia y eficiencia.

Líbano. Limpieza y desbroce de espacios públicos
Líbano. Limpieza y desbroce de espacios públicos

Y por otro, que no es necesario importar soluciones endógenas para solucionar problemas locales, pues traer soluciones externas generará un gasto tecnológico, económico y un consumo de tiempo que en ocasiones no es asumible ni por la organización ni por el beneficiario. Todo lo contrario, en la búsqueda de la solución debe intervenir el beneficiario con el fin de facilitar su aprendizaje y su empoderamiento de la solución, que permita una sostenibilidad de la misma en el tiempo.

Antes de importar modelos de vivienda a la selva centroamericana, prefiero diseñar un modelo de casa más modesto con los beneficiarios, más acorde con sus medios de vida y sus capacidades financieras que permitan un mantenimiento adecuado.

El diseño de una solución en equipo, ayudará a ganarnos su empatía, conocer mejor las causas de su vulnerabilidad y a que los beneficiarios se adueñen y apropien de la solución con el fin de que sea más sostenible social y financieramente. En este sentido siempre es bueno que los beneficiarios tengan una aportación al proyecto, en forma de mano de obra, materiales, etc.

EL ser humano siempre valorará más aquello que le ha supuesto un coste, que aquello que se lo hayan dado de manera gratuita.

Para ir acabando

Por último quería recalcar que hoy en día es fundamental el conocimiento de idiomas para poder desarrollarse en este campo, ya no solo para abrir el ángulo de acción entre países anglófonos, francófonos, lusófonos, etc. sino porque el dominio del francés, del inglés y de otra lengua (árabe, swahili; etc.) permitirá el acceso a herramientas de trabajo en esos idiomas que de otra manera nos está vetada.

Alfabeto Swahili

El aprendizaje de lenguas locales además de facilitar el trabajo en numerosos países nos aportará un mayor acercamiento a las poblaciones a las que queremos ayudar y a los equipos de trabajo locales. Es importante saber que en muchos casos nuestro trabajo depende de los equipos locales de trabajo que son los intermediarios entre nosotros y los beneficiarios, y que son nuestros ojos y oídos en el terreno. Yo suelo decir a mis equipos que yo estoy aquí para facilitar su trabajo, que ellos conocen a su gente y saben lo que necesitan y que en muchos casos yo soy un simple facilitador. Al igual que es bueno que el beneficiario se apodere del proyecto, también es bueno que el trabajador social se haga con el proyecto y que las soluciones a los problemas encontrados durante la ejecución del proyecto se trabajen en equipo. Que el equipo local no sienta que trabajan en una organización jerarquizada, si no que ellos vean que son partícipes en el desarrollo del proyecto y en la búsqueda de soluciones. La pérdida de interés hacia el proyecto por parte de los equipos locales solo puede ir en detrimento del proyecto.

Líbano. Limpieza de espacios públicos mediante actividades de "Cash for Work"
Líbano. Limpieza de espacios públicos mediante actividades de «Cash for Work»

Es necesario, además, respetar los protocolos de seguridad establecidos por la organización para la que trabajamos, así como los hábitos tradicionales, la cultura y las formas de relación personal existentes, allá donde uno vaya. Esto parece obvio, pero tras 14 años de experiencia en el terreno os puedo asegurar que me he topado con todo tipo de situaciones bastante serias y embarazosas que, normalmente, estaban generados por una actitud errónea del delegado o del expatriado y que, no solamente dañaron la imagen del cooperante, si no de la institución a la que éste representaba, y ese tipo de heridas cuesta mucho resarcirlas.

Yo siempre digo que nosotros somos los representantes de la organización para la que trabajamos las 24 horas del día en nuestro lugar de destino, y eso hay que tenerlo en cuenta tanto para tomar decisiones profesionales como en nuestra vida privada, especialmente si nos encontramos en entornos complejos o aislados (la población local no nos conoce por nuestro nombre, si no por ser la persona de la organización para la que trabajamos).

Es necesario tener en cuenta que lo mejor para nuestra seguridad, y la de los equipos, es pasar desapercibido. Os puedo asegurar que en Pakistán fuera de mi equipo, nadie supo nunca que yo era europeo, pues me dejé barba e iba vestido a la manera local, que por otro lado era la mejor solución frente a los 52oC que teníamos en verano. De esta manera, además, me gané la empatía de mi equipo y la de los beneficiarios.

Creo  que es práctico la especialización de las personas profesionales de la Cooperación, pero pienso que siempre hay que dejar una puerta abierta para poderse adaptar a los cambios que puedan venir en un futuro, y una sobrespecialización puede dificultar dicha adaptación, porque estás encasillado, o te encasillan, o por otras razones…

Lo que es fundamental hoy en día es la formación continua, con el fin de conocer las últimas herramientas y metodologías. El desarrollo de la Acción Humanitaria y la Cooperación al Desarrollo ha sido vertiginosa durante los últimos 20 años, incorporando herramientas nuevas que hacen más eficiente y eficaz el trabajo. Es recomendable estar al día de estas metodologías mediante cursos presenciales o en línea.

La experiencia personal me ha enseñado, que es difícil compaginar esta profesión con una vida familiar: o la pareja entiende y comparte nuestros objetivos y está dispuesta a sacrificar su vida profesional para acompañarnos o a pasar temporadas alejados el uno del otro; o somos célibes y nos mantenemos en un régimen ascético (todavía no conocí a nadie).

Si no entramos en ninguno de los casos anteriores, se avecinan nubarrones… Y ese desgaste emocional, os lo aseguro, pasa factura en el terreno. Porque como dicen en México: “amores de lejos, amores de pendejos” o “parejas de lejos, parejas de cuatro”.

En fin, fuera de bromas, creo que es importante también poder cubrir las necesidades anímicas de cada uno, especialmente cuando uno está trabajando en contextos complejos durante periodos prolongados, la falta de ese afecto o los problemas personales generados por una relación equívoca, puede afectarnos en el trabajo.

Bueno, that’s all folks. Gracias por vuestra atención y estoy abierto a vuestras preguntas, comentarios y sugerencias.

Thats all folks