Archivo de la etiqueta: Balcanes

Proyectos agrícolas en Kosovo. Reparación de tractores

Este es un segundo post de José Mas Asturias  sobre su experiencia y misión en Kosovo.

Cooperante José Mas Asturias
Cooperante José Mas Asturias

José que es Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Lérida directamente fue seleccionado para identificar y gestionar proyectos en el terreno. Hoy regenta las bodegas Mas Asturias.

En esta entrada, dividida en tres partes, José, nos cuenta sus primeros pasos en Cooperación y nos explica los detalles pormenorizados para el éxito del proyecto que ha gestionado.


Tal y como te anticipaba en la entrada anterior, Proyectos de Rehabilitación post conflicto en Kosovo en el que te contaba el contexto de Kosovo, mi proceso de selección y preparación, en esta ocasión voy a hablarte del proyecto en sí.

En primer lugar, debo comentar que la respuesta de la comunidad internacional al conflicto de Kosovo fue impresionante.

Por citar un ejemplo, incluso la red de emisoras de la Cadena 40 Principales organizó en su segunda edición de “Principales Solidarios” el 16 de diciembre de 1999 en el Palacio de los Deportes de Madrid, un concierto solidario bajo el eslogan Hoy tocamos por los refugiados de los Balcanes, que contó con las actuaciones de La Oreja de Van Gogh, Joaquín Sabina, Hevia y Celtas Cortos.

Por la cantidad de dinero que se donó y por la cantidad de organizaciones que se desplazaron. Hubo momentos en que creo que había más expatriados extranjeros y trabajadores locales trabajando en la reconstrucción del país, que población local. Y proyectos muy importantes. De hecho hubo momentos que hasta era difícil coordinar tanta actividad y tantos proyectos.

Había que reconstruir todo un país en todos sus facetas, desde las infraestructuras, servicios, el propio gobierno,….Y creo que al ser casi vecinos nuestros, la respuesta fue enorme.

El proyecto en concreto en el que participé,  estaba enmarcado en el Llamamiento integrado y revisado efectuado por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja en respuesta a la situación en  los Balcanes de 1.999 y la parte que a mi me afectaba y correspondía consistía en la organización de la reparación de maquinaria agrícola, sobre todo tractores.

Estos habían sido quemados por el ejército Serbio, en su camino de retirada.  Utilizaron una especie de líquido inflamable que destruye rápidamente la máquina. El nivel de daño de estos es variado, desde completamente quemados, hasta algunos donde solo les faltan las ruedas y alguna pieza. Algunos habían sido tirados por barrancos y había que sacarlos.

Para la zona, que es mayormente rural y agrícola, el tractor es muy importante al tratarse de su elemental medio de vida.

Tractor habitual en Kosovo
Tractor habitual en Kosovo

Kosovo, era una provincia Serbia muy poco desarrollada, a pesar de ser parte de Europa. Creo que se nota tantos años de comunismo. Estos tractores eran una maquinaria un poco anticuada, de los años 60 y 70, de la marca IMT, Massey Ferguson, fabricados en Serbia.

Este proyecto es uno más dentro de la actuación global de Cruz Roja Española (CRE) en Kosovo. Otros de los proyectos desarrollados fueron:

  • la reconstrucción de escuelas en toda la zona con unos resultados impresionantes y una población agradecidísima,
  • la reconstrucción integral del pequeño pueblo de Lesane,
  • la rehabilitación, equipamiento de varios centros de salud y capacitación de su personal en temas de emergencia médica y equipamiento de una red de comunicaciones.

Como suele ser habitual en estos escenarios “post conflicto” hay que decir que a medida que avanza la actuación y presencia de las distintas agencias y organizaciones, y que una vez que el país recobra una cierta normalidad, los proyectos pasan de ser de reconstrucción / rehabilitación, a proyectos más de desarrollo, y generadores de ingresos para la población local, como por ejemplo, la instalación de un centro de procesamiento de leche y reparto de ganado

Meses antes de la actuación en Kosovo en sí, CRE había tenido un papel importante en la gestión y organización y puesta en marcha de los campos de refugiados que se instalaron en  Hamallaj – Durres (Albania).

De hecho, algunos de los primeros cooperantes presentes en Kosovo, procedían del campo de refugiados de Albania, como el Jefe de Misión José Luis Pascual.

Así que puede decirse que Cruz Roja estuvo presente desde el principio hasta el final.

Primera fase del proyecto

La primera parte del proyecto, y esa era la parte por la que me mandaron a mí al principio, fueron tres meses de evaluación de necesidades,

más concretamente se visitaron más de 1.000 familias en la comuna de Suhareka (Suva Reka en serbio)  , y se evaluó el daño el sus tractores. De entre estos 1.000 tractores, se identificó quienes eran las familias más vulnerables, (solo se quería reparar la maquinaria de los casos más necesitados, y para ello trabajamos con la Cruz Roja local de Suhareka, que conocía la situación de cada familia) y se redactó lo que sería el proyecto, con su calendario de actuación, presupuesto, lo más detallado que se pudo. Este proyecto se presentaría a diferentes donantes, para ver si lo aprobaban y daban los fondos, y en caso afirmativo habría que ponerlo en marcha.

Esta primera fase hay que decir que es más un trabajo de buena selección de los beneficiarios, y evitar posibles picarescas, pues muchas familias, aun disponiendo de medios para arreglarse ellos los tractores por sí mismos, querían estar incluidos en el proyecto.

Teníamos casi un trabajo de investigador. Hay que decir que muchas familias que viven en Kosovo tienen familiares en países como Alemania o  Suiza, y estos tienen una buena situación económica. A pesar de que todos sufrieron los desastres de la guerra, CRE debía ayudar y priorizar a las familias más vulnerables.

Al final de estos tres meses, el proyecto fue presentado, aprobado, se encontró la financiación a través de UE y la AECI (hoy AECID).

Ya se podía pasar a su puesta en marcha.  Al final se trataba de un proyecto de más de dos millones de euros, con más de quinientos tractores a reparar y un equipo humano, casi todo local, de más de cincuenta personas. Yo fui el elegido para seguir con el proyecto.

También tenía el apoyo en la zona de un jefe de misión español, y de un gestor, que controlaba los gastos y facturas. Y teníamos un año, para poder realizarlo. Era todo un reto y muy emocionante.

Este proyecto tenía la particularidad como hemos dicho que era delegado del CICR a CRE. Lo que significa que la titularidad del mismo era de nuestra organización internacional y su gestión había sido cedida a Cruz Roja Española. Yo estuve siempre bajo “el paraguas” del CICR, a nivel de infraestructura, oficinas, alojamiento, etc en Prizren.

CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=95594
Vista de Prizren

Para mi fue más enriquecedor poder estar con expatriados de todo el mundo, que si hubiese estado exclusivamente con otros compatriotas.

Segunda fase del proyecto:

Se instalaron  6 talleres de mecánica y uno de electricidad, un poco repartidos por toda la comuna de Suhareka.

Todos los talleres eran locales, ya existentes, y CRE les apoyó en su rehabilitación, pues también  habían sido dañados. Y en ellos trabajaron cuarenta  mecánicos también locales.  Y creamos un equipo de control de tres personas que debían supervisar que las reparaciones se hicieran bien. Se buscaron los proveedores de las piezas originales para la maquinaria, se negociaron los precios.

Debo resaltar dos puntos importantes a la hora de implementar un proyecto:

El primero es que hay que utilizar  el dinero como si fuera nuestro, de una forma rigurosa y transparente. Hay que ser muy eficaz y muy eficiente con el dinero y justificar hasta el último céntimo.

Y el segundo, y eso también lo encontramos en la fase de evaluación, hay que conseguir llegar al destinatario más necesitado y vulnerable. Por mucho que cueste. Al final mi trabajo allí fue, aparte de  gestionar este grupo humano de más de cincuenta personas y los dos millones de euros, un trabajo de supervisión muy detallado, verificando que las familias seleccionadas fueran las correctas y adecuadas que se habían establecido en los criterios.

Como conclusión del proyecto, al final se arreglaron los 500 tractores, seguramente había muchas cosas que se podían haber hecho mejor, pero creo que el resultado fue aceptable. Se llegó a los más vulnerables y las reparaciones fueron correctas.

De hecho algunos años más tarde, los tractores siguen funcionando.  Se adquirió mucha experiencia, que luego se utilizó en otro proyecto similar, pero esta vez en la comuna de Malishevo.

Y este, con la experiencia del anterior, si que fue un rotundo éxito, donde todas las etapas estaban muy bien definidas, se centralizó todo en un gran taller de referencia, la selección del personal fue mejor, en fin, que como suele ser habitual, la experiencia no tiene precio.

La Cruz Roja Noruega visitó nuestro proyecto, se lanzó a realizar uno similar en otra zona.

Este relato será completado con un tercer post sobre el significado para mí de trabajar para una organización como Cruz Roja; relación con el personal nacional y valoración de mi experiencia personal.

Gracias por tu atención y como suele ser habitual, agradezco tus comentarios.

Anuncio publicitario

Proyectos de rehabilitación post conflicto en Kosovo

El equipo balcánico de Cruz Roja fue creciendo a medida que las necesidades en el terreno aumentaban, especialmente tras último episodio de las guerras balcánicas recientes, como fue el conflicto en Kosovo. Al igual que ocurriera con mi colaboradora Beatriz Valbuena, y con Iñaki Sainz de Rozas Pertejo, otro de los cooperantes que se unió al equipo, fue José Mas Asturias

José que es Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Lérida directamente fue seleccionado para identificar y gestionar proyectos en el terreno. Hoy regenta las bodegas Mas Asturias.

Cooperante José Mas Asturias
Cooperante José Mas Asturias

En esta entrada, dividida en dos partes más (Proyectos agrícolas en Kosovo. Reparación de Tractores y Valoración final), José, nos cuenta sus primeros pasos en Cooperación y nos explica los pasos pormenorizados para el éxito del proyecto que ha gestionado.

Su proyecto se enmarca dentro del Llamamiento integrado y revisado efectuado por el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja en respuesta a la situación en  los Balcanes de 1.999 y que puedes consultar a continuación.


Experiencia de un cooperante de Cruz Roja en un proyecto de Cooperación Internacional.

En este post no pretendo elaborar una descripción amplia del proyecto realizado, con sus diferentes etapas (identificación, formulación, ejecución y evaluación) y todos sus componente, pues sería demasiado reductivo de lo que es una experiencia en cooperación e interesante solo en una pequeña parte. Lo que me gustaría es explicar  muchos otros aspectos que también forman parte de una experiencia en cooperación internacional como la mía, y que son muy importantes e interesantes. Por ello será como una narración cronológica de todas etapas que yo viví, desde la entrevista de selección hasta mi continuación en el mundo de la cooperación, donde se intercalarán varios temas.  Espero que te resulte interesante, pues para mí lo fue y que también pueda servir para futuros cooperantes.

En la narración presentaremos como temas principales:

  • El contexto en que se desarrolló el proyecto, es decir la zona de Kosovo en el año 1999, justo un mes después de la salida del ejército y la población serbia,
  • El proyecto en sí (era un proyecto de reparación de Maquinaria Agrícola, proyecto delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja a la Cruz Roja Española).
  • El significado de trabajar en una organización como Cruz Roja
  • La importancia del trabajo con una organización “contraparte” y con personal nacional.

Antes solo decir que para mí poder realizar este proyecto y tener esta experiencia fue algo único por muchas razones, que me marcó para siempre, tanta a nivel profesional como personal. Y cada vez que pienso en esos tiempos siento una emoción muy grande.  Fue una época de emociones fuertes, de mucha energía, éramos jóvenes e idealistas, preparados, e incluso en situaciones muy adversas podíamos con todo. En mi carrera posterior no he vuelto a sentir este ímpetu y estas ganas de hacer cosas. Y no solo era yo, era todo el equipo, desde los delegados en el terreno, hasta el los responsables de la oficina central en Madrid y los colegas del CICR presentes también en la zona. Hubo una gran comunión.

Mis inicios:

Tras mis estudios de Ingeniero Agrónomo en Lérida, y habiendo participado activamente en movimientos sociales como el 0,7%, marché en 1997, a hacer un voluntariado de 18 meses en Casamance, al Sur de Senegal, con la ONG Setem de Barcelona.

Consistía en apoyar a una organización de agricultores locales, AJAEDO, a elaborar proyectos, buscar financiación, pero sobre todo se trataba de poder darle una oportunidad a un europeo de tener primer contacto con el mundo humanitario, en un país en desarrollo. Coger experiencia, como se dice. Tras esta experiencia, una vez de regreso y mientras trabajaba en un vivero de planta ornamental en Girona, buscaba desesperadamente seguir en el mundo de la cooperación. Tenía muchas ganas de poder realizar proyectos de desarrollo, en zonas donde hiciera falta, pero esta vez con una organización con más medios, y que mi trabajo tuviera mayor impacto-

En realidad, me daba un poco igual el sitio, y la organización. Había muchas posibilidades, tuve entrevistas con Intermón para ir a Perú, con otras pequeñas ONG para varios destinos.

Los ingenieros agrónomos somos un perfil bastante buscado, y además hablaba Inglés y francés. Me sentía preparado y con muchas ganas. También hice varios cursos, e incluso estuve a punto de matricularme en algún Master prestigioso de ESADE o DEUSTO para formarme más en Cooperación.

En aquel proceso de búsqueda de oportunidades también dejé mi CV en Cruz Roja Española, por si en algún momento les hiciera falta un perfil como el mío para algún proyecto. Pero la verdad es que el envío del CV lo hice sin grandes esperanzas porque para mí Cruz Roja ya eran palabras mayores se trataba de una organización de “las grandes”.

Yo nunca había tenido ninguna relación con ellos. Al cabo de un tiempo me llamaron para una entrevista. Necesitaban a un ingeniero para realizar una evaluación de necesidades para un posible proyecto agrícola en Prizren,

Vista de Prizren
Vista de Prizren

pequeña ciudad al sur de Kosovo, con frontera casi con la Antigua República Yugoslava de Macedonia.

Inicialmente eran solo tres meses para la evaluación.  Era julio del 1.999, las tropas de la OTAN habían bombardeado Serbia, en concreto Belgrado, para forzar que el ejército serbio se retirara de la provincia de Kosovo, de mayoría albanesa, donde había indicios de que se estaba cometiendo atrocidades.

Me desplacé a Madrid desde Barcelona, y realicé la entrevista, no fue mal, pero vi  a varios candidatos esperando, y pensé que no me seleccionarían. Lo veía casi imposible, que me mandaran a mi, un “pipiolo” a una zona de postguerra, con un proyecto ya de envergadura.

Yo tampoco tenía tanta experiencia. Recuerdo todavía las preguntas, así como las personas que me entrevistaron: Sandra Calderón, Rafael Jato, y Gonzalo Istúriz. Me preguntaron si conocía el conflicto; cómo valoraba mi experiencia en Senegal; me hicieron hablar en Inglés, etc. Creo que algunas de las preguntas eran para ver si más o menos encajaba en el perfil de cooperante de la Cruz Roja. Es decir que me ajustara a los Principios Fundamentales de Cruz Roja y requerimientos de la organización.

Al cabo de muy poco tiempo, y todavía recuerdo el momento como si estuviera sucediendo ahora mismo, me llamaron, era sábado temprano por la mañana, y me comunicaron que había sido seleccionado. Que emoción, me iba a Kosovo, y de manera inmediata.

Todo lo que veía por la televisión, podría vivirlo, estar allí, y trabajar. Y si no lo hacía mal, allí empezaba mi carrera en el mundo de la cooperación.

Acepté si dudarlo, ni pregunté por el salario, ni por las condiciones, estaba disponible para irme al día siguiente.

Más adelante te das cuenta que la disponibilidad y la flexibilidad son dos palabras claves e innegociables si quieres trabajar en este mundo.

En menos de una semana  había pasado un “briefing” en la Oficina Central de Cruz Roja en Madrid, donde me explicaron toda la complejidad relativa el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, como está organizado, como actúa cada parte (Sociedades Nacionales, Comité Internacional y la Federación), y sobre todo los 7 Principios Fundamentales sobre los que se basa todo el Movimiento de Cruz Roja / Media Luna Roja.

Por la particularidad de mi proyecto, también tuve que pasar por la sede del Comité Internacional de Cruz Roja en Ginebra,  pues el proyecto dependía del Comité. Y desde allí me dirigí a Kosovo.

Era Agosto de 1.999. Llegaba a una zona completamente destruida, como las imágenes que se ven ahora de Siria. El ejército serbio, en su camino de retirada no había dejado nada en pie, desde las casas, edificios, maquinaria, pozos, carreteras. Era realmente impactante. Incluso la aldea más retirada e inaccesible había sido devastada por la acción del hombre, resultaba difícil de creer que alguien pueda dedicarle tanto tiempo a destruir. Eso me encontré la “política de tierra quemada o tierra arrasada”.

Vivienda y tractor destruidos en Kosovo. Política de "tierra quemada"
Vivienda y tractor destruidos en Kosovo. Política de «tierra quemada»

Te preguntabas con que material habían podido por ejemplo quemar la maquinaria, porque no parece fácil! Y había que reconstruir todo esto.

A toda aquella dantesca situación, podría añadir “el toque de queda” existente a partir de ciertas horas; las zonas completamente minadas, no podías circular fuera de las carreteras principales, ni adentrarte en sitios poco concurridos. Debo reconocer que la sensación de no pisar terrenos baldíos, abandonados, me duró varios años.

Mapa de Kosovo
Mapa de Kosovo

Solo para situarlo, Kosovo, era una provincia al sur de Yugoslavia. La población mayoritaria eran los albano kosovares, musulmanes, muy distintos a los eslavos serbios, con los que cohabitaron durante años. Bajo la Yugoslavia de Tito, se respetaron bastante, pero con la subida de Milosevic, las relaciones empeoraron. Y desde 1.998 la situación se agrava mucho, hasta obligar a la comunidad internacional a intervenir. Primero militarmente, para parar la destrucción, muertes, desaparecidos, que se lleva a cabo, mayormente de parte serbia, y después una vez el ejército serbio fuera de Kosovo, para reconstruir el país.

La zona, pasa a ser controlada por un gobierno internacional interino, mientras se forma un gobierno local, y la seguridad y control lo lleva a cabo las fuerzas de la OTAN a través de la misión llamada KFOR, donde intervienen varios ejércitos, el español incluido.

Pero en este país de destrucción, también encontramos un país donde se respiraba una sensación de libertad impresionante. Nunca he vuelto a sentir esa atmósfera y sensación que se respiraba. Para los albano kosovares se habían acabado veinte o treinta años de una situación muy difícil que en los últimos 10 habían degenerado mucho. Hay que decir que la población Kosovar había sido apartada de cualquier puesto de responsabilidad en el funcionamiento de la zona (universidades, médicos, escuelas) y no  muy bien tratada desde la llegada de Milosevic al poder. Y ya en 1.998 hubo un primer conflicto armado.

Si quieres saber más sobre el proceso de desintegración de la antigua República Federal Yugoslava, puedes consultar este excelente post de El orden Mundial.

Imagen El Orden Mundial Secesión de Yugoslavia

Gracias por tu atención y como suele ser habitual, agradezco tus comentarios.

http://1.bp.blogspot.com/_w5NSYtxGXo0/S8MyMJyL3uI/AAAAAAAAAP4/c_dfUXJkLjY/s1600/yugoslavia.jpg

Recorriendo los Balcanes

Una de las personas que se incorporó a la “Unidad de los Balcanes, Cáucaso y Asia Central” (en un inicio,  Unidad de una sola persona) fue Beatriz Valbuena Tessio de Costamagna, asturiana de nacimiento, madrileña de corazón, ha trabajado durante más de 15 años en el sector humanitario, tanto en emergencias, programas de desarrollo e intervención social. Es Licenciada en Ciencias Políticas, Magister en Cooperación Internacional y Magister en Evaluación de Programas y Políticas Públicas. Tiene una larga experiencia profesional tanto en sede como en terreno.

Beatriz Valbuena

Empezó su carrera profesional trabajando con la Cruz Roja Española y la Federación Internacional de Sociedades Nacionales de Cruz Roja y Media Luna Roja en contextos de emergencias y de desarrollo, en los Balcanes y Guatemala. Después de esta experiencia en el terreno de casi cuatro años, ha trabajado en distintos puestos en las oficinas centrales de varias organizaciones, desde técnica de proyectos, hasta “desk officer”, incluyendo puestos de técnica financiera o coordinadora territorial.

En la actualidad y desde hace más de año Beatriz reside en Nairobi (Kenia) donde combina trabajos de traducción, con el apoyo a organizaciones locales y servicios de consultoría a organizaciones internacionales.

En esta entrada Beatriz, hace una reflexión de sus primeros pasos en la Oficina Central y posteriormente en Bulgaria.

————————————————————————————————————————-

En 1998 yo tenía 24 años y estaba a mitad del Magíster de Cooperación Internacional del IUDC. Dedicaba las mañanas a visitar las ONGs que conocía, CV en mano, un escaso folio de experiencia, pero todas las ganas e ilusión posibles, y me ofrecía para colaborar como voluntaria. Así durante meses. Por las tardes iba clase, recuerdo que estábamos aprendiendo a hacer árboles de problemas y aquello del “Enfoque del Marco Lógico”  . Hasta que después de muchas negativas, un día llegó mi oportunidad: me llamaron de Cruz Roja Española (CRE), me ofrecieron un puesto de voluntaria, y así empecé.

De mi primera época trabajando con Fernando Cuevas tengo un recuerdo que me ha  acompañado durante los últimos 16 años. Durante la Guerra de Kosovo (1999) en la antigua Yugoslavia y la respuesta humanitaria de Cruz Roja, llegó a la Oficina Central un medio de comunicación, no recuerdo ahora cual, para entrevistar a Fernando como Responsable de los Proyectos  en los Balcanes, Cáucaso y Asia Central en el Departamento de Cooperación Internacional de la Oficina Central. Después vi la entrevista en las noticias de la noche, en la que hablando de los refugiados kosovares, Fernando terminaba diciendo: “… cualquiera podríamos ser uno de ellos…”. Creo que desde entonces, y a lo largo de todos estos años esta frase me ha acompañado.

Fernando me dio mi primera oportunidad tras aquella intensa entrevista de un mes de abril. Después de Semana Santa comenzó mi experiencia en los Balcanes, recorriendo la Oficina Central, Bulgaria, Albania y Kosovo.

La Oficina Central

Cruz Roja es lo que tiene, que en seguida te sientes en familia, y en seguida tuve esa sensación de pertenecer a algo. El primer día de trabajo me llevé un mapa del área y lo pegue con celo delante de mí. Allí estaban todos esos países balcánicos y los “tan”, de Asia Central (también conocidos como Comunidad de Estados Independientes CEI). Hacía dos o tres meses que había empezado la última de las guerras en la Antigua Yugoslavia y con ella, un movimiento de desplazados y refugiados por toda la región.

http://1.bp.blogspot.com/_w5NSYtxGXo0/S8MyMJyL3uI/AAAAAAAAAP4/c_dfUXJkLjY/s1600/yugoslavia.jpg
Distribución geográfica de países y regiones en 1999

Pero de todo ello hablaré más tarde, en futuras entradas sobre Albania y Kosovo.

Empecé elaborando fichas país, revisando documentos y estadísticas oficiales. Poco a poco, y con el tiempo, fui dándole forma a los proyectos que llegaban del terreno. En aquella época solo recuerdo a dos delegados en esta zona geográfica: Gustavo Domato, en Uzbekistán y Judith Cervantes, en Bosnia i Herzegovina. Así que la mayoría de los proyectos llegaban directamente de las Sociedades Nacionales de Cruz Roja, con un inglés precario, “marcos lógicos” poco estructurados, normalmente dos hojas de proyecto que nos enviaban por fax. Por entonces, Internet aún no estaba tan extendido. Recuerdo aquel proyecto en Azerbaiyán de generación de ingresos, de cabras, producción de queso y miel. Yo estaba en la última fase del Master, aprendiendo a hacer marcos lógicos, con Héctor Sáenz y Rafael Cascante que me enseñaron la parte teórica y me dieron algunas pistas para completa la formulación. Cuevas me enseñó la aplicación práctica. En el master conocí a Sandra Calderón y a Javier Guzmán, que más tarde también se incorporaron al área conmigo; y a Carmina Monge. Grandes amigas y amigos que aún perduran, a pesar de la distancia. Fue una época de mi vida muy interesante, compaginé al mismo tiempo teoría y práctica. Como decía, le daba forma a los proyectos, y los presentábamos, algunos en inglés para la Unión Europea (UE) o la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO), otros en español para la AECI o para pequeños municipios. Y con el tiempo también, vino la época de resolución de esas convocatorias. Entonces se aprobaban el 95% de los proyectos que presentábamos.

Aquel verano participé en el Basic Training Course (BTC) que CRE junto a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y el CICR, celebró en Cáceres. Allí conocí a Rosa Alcalde, a Mercedes Babé, a Jorge y Elena, que también se conocieron allí. En este curso conocí más en profundidad el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, su historia, las diferencias entre la Federación y el Comité. Además de la teoría, hubo casos prácticos muy interesantes que me sirvieron para entender mejor el contenido y la metodología en las respuestas humanitarias.

Tras el verano y un breve descanso, renové mi compromiso inicial de 3 meses de voluntaria. Estaba fascinada con todo lo que estaba aprendiendo. Absorbía como una esponja. Un poco más tarde, mi trabajo dio sus frutos y llegó mi primera oportunidad.

Bulgaria. El proyecto, la preparación anterior, el desarrollo de la misión

El primer proyecto del que fui responsable, en la que fue mi primera misión, se llamaba “Casa de Acogida para niños y niñas sin hogar. Antes de salir de España, visité un centro de menores que hay en el barrio de Argüelles de Madrid. Hablé con la dirección, con el personal y algunos chavales, y me hice una idea de cómo funciona este tipo de centros, sus normas, su funcionamiento interno, y actividades para empoderar y responsabilizar a los jóvenes. La realidad social, económica y  legal, hacía que este tipo de centros fueran más asistenciales en Bulgaria. También eran diferentes por el rango de edad de los acogidos y por el tipo de asistencia. El de Sofía, capital de Bulgaria, era un centro de acogida de emergencia, temporal, hasta resolver una situación imprevista de los padres.

Mi primera noche en Sofía me entró el pánico. Hay que recordar que tenía 24 años y que era mi primera misión. Nicolai, responsable de relaciones internacionales de la Cruz Roja Búlgara (CRB) me había venido a buscar al aeropuerto, me acompañó al hotel, y me explicó la agenda del siguiente día. Teníamos reunión con el vicealcalde de Sofía. Era mi primera vez ante un acto institucional de este tipo. –“Fernando, pero…y qué tengo que decir?”- pregunté aquella noche por teléfono. Afortunadamente, Fernando supo darme las indicaciones necesarias para que me calmara y hacer un buen papel representando a CRE y presentando el proyecto. Después de esto, las reuniones con otros responsables municipales, el Embajador de España en Bulgaria, varios departamentos de la oficina central de la CRB y el comité local de Sofía, fueron pan comido.

El proyecto consistía en la rehabilitación y equipamiento de un centro de acogida de emergencia, temporal, para menores, en la zona periurbana de Sofía. Se trataba de un proyecto financiado por la AECI (ahora AECID) para rehabilitar y equipar la casa de acogida. Y era la primera experiencia conjunta de este tipo de CRE y CRB. En la coordinación del proyecto intervenían varios departamentos: relaciones internacionales, para la parte más institucional, y el departamento de intervención social y salud. Recuerdo aquella primera reunión con la responsable del departamento social / de salud, Zivka. Fuimos a comer a la cantina. Curiosamente, la oficina central de la CRB contaba con un pequeño mesón o cantina en la parte inferior de sus oficinas, abierta al público, con riquísima comida búlgara a precios populares. Un gran proyecto de generación de ingresos propios. Recuerdo hablar durante un buen rato, ella solo negaba y negaba con la cabeza. Yo estaba desconcertada. No sabía que estaba haciendo mal. Negaba y negaba. Teníamos un traductor inglés-búlgaro, así que la comunicación no era muy ágil. El traductor, por cierto, era un técnico del departamento, que para calentarse bebía agua del grifo, que calentaban en un hornillo de la oficina. Lo he recordado porque en Nairobi, donde actualmente resido, he visto hacer lo mismo. A pesar de los gestos, mi prudencia me dijo que no hiciera ningún comentario al respecto. La comida incluso terminó bien. Solo al final del día descubrí que en Bulgaria y en otros países balcánicos, cuando alguien niega con la cabeza, en realidad está asintiendo y afirmando.

Mi trabajo durante aquel mes consistió en explicar los requisitos de la subvención de la AECI: lo que se había aprobado (siempre varía de lo originalmente formulado y presentado), con especial énfasis en el presupuesto, las partidas de gasto, la forma en que debían justificar técnica y económicamente las actividades, la presentación de informes intermedios y finales, etc. Toda esta burocracia era nueva para la CRB. Pero en poco tiempo revisamos todos los aspectos relativos a la ejecución y justificación del proyecto, y me vi libre para poder viajar, conocer otros centros de acogida similares, conocer otros comités de las cruces rojas locales, y con un poco de suerte, identificar algún proyecto…

http://cdn.soymapas.com/wp-content/uploads/2010/08/mapa-bulgaria2.gif
Bulgaria

La identificación de nuevos proyectos. Zivka, Plovdiv

Zivka me encandiló desde el primer momento. Era una mujer con mucha energía y muchas ganas de hacer cosas. Era la Secretaria General del Comité Local de la Cruz Roja en Plovdiv, la segunda ciudad del país y una de las más bonitas. He de destacar su equipo de voluntarios y voluntarias, con mucha energía e imaginación y muy trabajadores. Una de sus iniciativas, había sido la organización de conciertos en un anfiteatro de la ciudad para recaudar fondos, con asistencia de miles de personas.

Zivka tenía el sueño de rehabilitar una gran nave abandonada, equiparla, y convertirla en un centro de servicios integrales para la comunidad: desde comedor popular, guardería, centro de día para personas mayores, hasta detección y prevención de cáncer. Durante aquella visita recogí el máximo de información posible. Lo que más me preocupaba era la sostenibilidad, su mantenimiento más allá de la subvención. Dejé a Zivka encargada de recopilar más información y llevar adelante distintas gestiones para concretar más aspectos del proyecto. Pocos meses después, estando yo en Albania, recuerdo trabajar toda una noche hasta el alba en este proyecto, el día antes del fin de plazo para su presentación. Se presentó, se aprobó y aún hoy ese centro funciona, es el Centro Social Multifuncional de Plovdiv. Creo que uno de los proyectos de los que estoy más orgullosa.

Por último, aquí tienes un vídeo en el que Beatriz cuenta y narra su recorrido y el comienzo de su andadura en Cooperación Internacional y te lanza una pregunta, además de darte muchos consejos o recomendaciones que te ayudarán a integrarte en este mundillo de la cooperación. ¿Y tú, porqué quieres trabajar en este campo de la cooperación internacional?

Esperamos que te resulte de utilidad este relato y tanto Beatriz como yo estaremos encantados de recibir tus comentarios, respuestas, sugerencias y opiniones. Puedes contestarle o comentar con tu propio vídeo, que será insertado en este post, y también en la parte inferior de comentarios.

Consecuencias de la guerra

37 años en Cruz Roja: Pontevedra – Pyongyang – Benguela


Durante estos días se conmemora el 150 aniversario de la Fundación de Cruz Roja Española #CruzRoja150 y este evento que ocurre tan pocas veces en la vida de uno, me lleva a reflexionar y a poner en orden algunos de los hitos mas significativos de mi relación e involucración con Cruz Roja.

Son muchas las actividades, exposiciones, encuentros, reflexiones, concursos, homenajes, iniciativas que se están llevando a cabo por toda la geografía española, dada la presencia de Cruz Roja a través de su extensa red territorial.

Cruz Roja Española es una organización en permanente evolución y adaptación a la realidad. En los últimos años ha consolidado la intervención social con los colectivos vulnerables (personas mayores, refugiados e inmigrantes, afectados de SIDA, drogodependientes, infancia y juventud, población reclusa, discapacitados, mujeres en dificultad social), y por otro lado ha experimentado un espectacular incremento de los programas internacionales (cooperación al desarrollo, ayuda humanitaria, cooperación institucional) que ha supuesto un importante incremento de los recursos humanos y materiales dedicados a este ámbito.

Según los datos provisionales de la Memoria de 2013, existen:

  • 1.987 Puntos de Atención directa
  • 674 Asambleas Locales,
  • 52 Asambleas Provinciales
  • 17 Asambleas Autonómicas
  • 2 Asambleas de Ciudades Autónomas

El número de usuarios de intervención social que han recibido apoyo específico por causas relativas a la crisis socio-económica han ascendido a 1.685.650, lo que supone un 17 % más, que en el año 2012.

Quiero compartir esta “línea del tiempo” o cronología interactiva, con los principales hitos sobre estos intensos años de Cruz Roja Española marcados por su acción humanitaria en todo momento.

Y puesto que Cruz Roja está integrada por cientos de miles de personas tanto aquí como en todo el mundo, yo quiero hacer mi particular reflexión y de alguna forma, resumir con ciertas pinceladas personales los 37 años, de estos 150 años de historia de Cruz Roja, que llevo involucrado en la organización.

Como contaba en una entrada anterior, mis inicios en Cruz Roja se remontan a 1977 en Pontevedra, en mi caso particular me sentí atraído por participar en un curso de socorrismo y primeros auxilios. Este tipo de cursos te habilitaban para poder auxiliar a personal de enfermería y médicos que solían atender los Puestos de Primeros Auxilios que se habilitaban de forma permanente o específicamente en grandes aglomeraciones de público.

Si quieres saber más detalles, este es el enlace a mis orígenes.

Tras varios años como voluntario, en dónde principalmente estuve involucrado en actividades que en aquel momento llamábamos de “Acción Social”, fui adquiriendo distintas responsabilidades, hasta ser elegido Director Provincial de Cruz Roja Juventud de Pontevedra.

De ese periodo en particular, lo que mejor recuerdo es haberme empeñado en organizar la estructura local de Cruz Roja Juventud en Vigo, Vilagarcía de Arousa y Pontevedra. También recuerdo con especial cariño el haber constituido los llamados “Comités Escolares” en Torneiros – Porriño.

Tengo que agradecer, el haber contado con la ayuda en el equipo de una incondicional como es Mª Carmen Villanueva Pérez, pero por supuesto, hay otras personas destacadas en aquellos equipos que éramos de jóvenes bien intencionados y atrevidos como: José María Vilaboa Ramos, Heraclio Besada Iglesias, Antonio Millares Jorge, Jaime Bará Viñas, José Luis Fontán Montes, Juan Carlos Pérez Santiago y tantos otros que principalmente hoy todavía nos relacionamos en torno al grupo de Facebook “Yo también estuve en CRJ-Pontevedra”.

Participábamos en la amplia oferta de cursos de formación (monitores, animadores, acción social, socorros y emergencias, prevención de drogas, primeros auxilios y socorrismo, aire libre, etc.)  que desde la propia Cruz Roja se organizaban y también preparábamos unos cuantos para los nuevos integrantes de Cruz Roja Juventud de Pontevedra, así como encuentros con miembros de Cruz Roja Juventud del resto de las provincias de Galicia.

Quizás una de las actividades que más me llamó la atención en aquella época, fue la acogida que tuvimos que dar a un grupo importante de refugiados procedentes de Laos, que tras la guerra civil en su país habían tenido que abandonar sus pueblos y pertenencias y  que habían sido trasladados a la provincia de Pontevedra en la primavera de 1980 (en otro momento será objeto de una entrada específica en este blog).

CRPontevedra_Refugiados Laosianos_abril_1980

Dado que en el instituto había estudiado inglés, y que tenía una cierta facilidad para ese idioma, tuve la inmensa suerte de haber sido seleccionado para participar en intercambios internacionales en diferentes países: Hungría, Francia, Mónaco, República Federal Alemana, Reino Unido, Egipto, etc. y también para atender a delegaciones que nos visitaban  procedentes de Egipto, o un grupo de 250 niños palestinos que vinieron a pasar un mes de vacaciones en 1982, para tener un poco de alivio en las duras condiciones en las que vivían en el Campo de Refugiados Palestinos de Yarmouk en SiriaPulsa aquí si quieres ver más detalles.

Íbamos creciendo y adquiriendo otras responsabilidades y años más tarde fui elegido Director Autonómico de Cruz Roja Juventud de Galicia.

Eran momentos de transición y en los que empezaban a aflorar en todos los ámbitos, los Comisiones Gestoras que posteriormente se constituirían en los Consejos de Juventud. Recuerdo haber participado muy activamente en sentar las bases para la constitución del Consello da Xuventude de Galicia (CXG) hoy de nuevo en proceso de reconstitución, y como representante del Consello tuve oportunidad de participar en 1994 en la Constitución del Consejo de la Juventud de España (CJE).

En 1985 se convoca una vacante de Coordinador de Actividades en la Oficina Central de Cruz Roja Juventud a la que me presento y de la que resulto elegido. En aquel momento pasaba a dar otro paso importante, el paso de voluntario a personal remunerado.

En aquel momento, presidía Cruz Roja Española Enrique de la Mata Gorostizaga y el Departamento Central de Cruz Roja Juventud estaba compuesto por José Antonio Sotelino Ferrás, como Director; Estrella Rodríguez Pardo como Subdirectora; Pedro García Dévora como Secretario; Miguel Ángel Pérez Nava, como responsable del Programa de Jóvenes Emigrantes (segunda generación); Joaquín Cabeza de Vaca Nieto, como colaborador y en la Secretaría estaban Mª Teresa Fontán Adanero; Menchu Jiménez González; Judit Alonso Sperotto y Mª Sol Nuñez Miranda. Años más tarde y seleccionada por mi se incorporó Mª Antonia Jiménez Milla.

Para mi supuso todo un reto incorporarme a ese equipo de trabajo, cambiar “el chip” de voluntario a personal remunerado y por supuesto crear cauces de participación entre nuestra amplia red territorial, con otras Sociedades Nacionales de Cruz Roja y Media Luna Roja y con otras organizaciones juveniles.

De nuestra participación en el Consejo de la Juventud de España y con otras organizaciones, en el año 1989 tuve oportunidad de asistir al Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que se celebraba en Pyongyang (Corea del Norte). Pulsa aquí para más detalles.

Foto_Corea del Norte001

Posteriormente hubo otras rotaciones en el Departamento de Juventud, y Estrella Rodríguez Pardo, sucede a Pedro Antonio Muñoz Gallo como Directora. Y con ella, se designa a Jaime Gregori Soler como Subdirector.

Se diseña el Programa de Educación para la Convivencia, más conocido como “PEC”,  se lleva a cabo la atrevida campaña sobre derecho a la educación sexual y el Departamento Central se refuerza con personas como Reyes Matamala Rodríguez, Yolanda Bernárdez Morales, Enrique Torguet Ramos, Mª Carmen Villanueva Pérez, Leocadio Salmerón Manjavacas, Óscar Palomo Ortega y un largo etc.

En la red territorial de Cruz Roja Juventud se pone en marcha un programa de becas para reforzar el trabajo profesional con personal técnico y se fomenta la contratación de los mismos en las distintas oficinas provinciales para que refuercen la capacidad de la organización.

Tras mi paso por Cruz Roja Juventud, he tenido la oportunidad de pasar por diferentes Departamentos y  gracias a las gestiones y mediaciones de Rosa Marta Lobo González me incorporo al de Cooperación Internacional. A los pocos meses de mi presencia en este Departamento, corría el año 1994, tuve la oportunidad de desplazarme a la República Democrática del Congo (antiguo Zaire) para hacer efectiva la entrega de la ayuda de Cruz Roja a los refugiados ruandeses desplazados a la zona de Kibu Norte y Goma, así como para identificar proyectos que dieran respuesta a las necesidades de aquella población, que habían sobrevivido al genocidio de Ruanda. Esta misión tuve oportunidad de hacerla de la mano de mi compañero y amigo Pedro M. García Dévora. Si quieres ver más detalles, pulsa este enlace.

Kibumba, Campamento, Goma, Ruanda, Rwanda,
Imagen del asentamiento de Kibumba al norte de Goma. En este asentamiento vivían más de 300.000 refugiados ruandeses.

Poco después, llegaría otra misión en el Sáhara Occidental, para hacer efectiva y entregar a la Media Luna Roja Saharaui el material que distintas organizaciones habían donado para aquella población que vive en distintas wilayas en las proximidades de Tinduf (Argelia).

En la primavera de 1995, tras una intensa y concienzuda preparación de la mano del Director Ejecutivo del Departamento de Cooperación Internacional, Manuel Fernández Gómez, soy enviado  por la Federación Internacional de Sociedades Nacionales de Cruz Roja y Media Luna Roja como Delegado de Socorros a Benguela (Angola).

Como apunte, indicar que durante ese año 1995 Cruz Roja Española solamente tenía a dos delegados desplegados en el terreno, Leocadio Salmerón Manjavacas en Costa de Martil y yo en Angola.

Mi estancia de casi dos años de duración en Benguela merecerá varias entradas en este blog en los próximos meses, pero si puedo decir, que sin lugar a dudas se ha tratado de la experiencia más intensa y más completa que he vivido en Cruz Roja y en mi vida.

El cometido en Angola, era proporcionar asistencia a los cientos de miles de desplazados angoleños, por causa de la guerra civil vivida. Había que proveer de asistencia humanitaria; distribuciones alimentarias; distribuciones de aperos de labranza, de semillas, de alimentos, de ropa, enseres, de medios de vida y garantizar el funcionamiento de una red de puestos y centros de salud en el sur del país.

Angola y Benguela
Mapa de Angola. Benguela situada en la costa, a unos 500 kilómetros al sur de Luanda.

La situación en Angola ni era de conflicto abierto ni de paz estable, por lo tanto todo era muy frágil, muy inseguro, muy débil y las consecuencias de aquel conflicto interno habían provocado cientos de miles de desplazados, que eran el objeto de atención de la Federación y de la Cruz Vermelha de Angola.

De mi estancia en Benguela, querría destacar la profesionalidad y las enseñanzas recibidas de mi “contraparte” Simao Kaquarta , así como de Francisco Paiva y José Sambiliye  sin olvidarme de mis compañeros de la Federación: Stefan Baumgartner, Eloisa Lima, Pedro Delgado Simoes y Jean-Louis Gallo.

En esta entrada podrás leer sobre mi incorporación y llegada a Angola, pulsa aquí.

Consecuencias de la guerra
Carreteras de Angola. Destrucción de puente como consecuencia de la guerra

A mi regreso de Angola, en 1997 me incorporo de nuevo al Departamento de Cooperación Internacional, que pronto estuvo dirigido por Mercedes Babé Romero y pasé a ocuparme como responsable del área de los Balcanes, Cáucaso y Asia Central. Una vasta zona geográfica en la que apenas había cooperación estable por parte de Cruz Roja Española. Lo más significativo de aquel período, fue la creación de un equipo de trabajo, a raíz del último episodio violento en esa zona, como fue la guerra en Kosovo y toda la repercusión que tuvo en los países vecinos: Albania, ARY de Macedonia, Bulgaria, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Croacia.

Otro de los hitos importantes fue la ejecución de proyectos en el Cáucaso, particularmente en Georgia y en Asia Central, principalmente en Tayikistán.

Si quieres, puedes ver más detalles sobre mis inicios en este periodo balcánico, pulsando aquí.

He tenido la inmensa fortuna de contar con un «equipo balcánico” altamente cualificado que hizo posible todos esos logros y por eso, no puedo dejar de mencionar a Beatriz ValbuenaSandra Calderón MontotoGonzalo Istúriz BeguiristainGustavo Domato PalmerioÁlvaro LarrumbideElena Garagorri AtristainIñaki Sainz de Rozas PertrejoSantiago López RodríguezÍñigo MendozaIñaki AzpeitiaJuan José Martínez Solís.

Por supuesto no me puedo ni quiero olvidar del amplísimo equipo de cooperantes (delegados/as) en el terreno, situados en países tan distantes como Albania y Tayikistán, pero por ser un grupo muy numeroso y una actividad muy variada y compleja será objeto de otras futuras entradas en este blog.

Tras esta intensa experiencia internacional, en 2006, paso a formar parte del equipo de Restablecimiento de lazos familiares y Servicio Social Internacional (SSI), en el Departamento de Intervención Social, cuya gestión Cruz Roja Española asumía en España en ese momento. Por lo tanto, mi trabajo pasa a ser más «doméstico», sin perder la perspectiva internacional.

Por no prolongar más esta particular cronología de mis 37 años involucrado en Cruz Roja Española, comentar que posteriormente me hice cargo del Programa de Personas Mayores de Cruz Roja Española y en la actualidad, me ocupo del Programa de Lucha contra la pobreza y exclusión social.

Por ilustrar parte del trabajo que llevo durante el año, aquí tienes el enlace a dos campañas que se están llevando a cabo:

Por una mirada solidaria”, en colaboración con la Fundación Multiópticas:

Y “Vuelta al cole solidaria”, con la Fundación Solidaridad Carrefour, pinchando aquí.

¡¡Feliz 150 aniversario a Cruz Roja Española y que siga cumpliendo con su mandato humanitario muchos años más!!

Muchas gracias por tu atención y como suele ser habitual se agradecen los comentarios.
Puedes suscribirte al blog, pulsando el botón “seguir” que aparece en la columna derecha, indicando tu dirección de correo electrónico.

http://resistir.info/cadima/imagens/central_asia_map.jpg

Nueva responsabilidad: Balcanes, Cáucaso y Asia Central

Tal y como había anticipado en mi entrada “37 años en Cruz Roja…” del pasado 3 de julio, tras casi dos años en Angola, y justo a mi regreso, en 1997 me reincorporo al Departamento de Cooperación Internacional, que en aquel momento coordinaba Javier Rubio Herráez y posteriormente estuvo dirigido por Mercedes Babé Romero y pasé a ocuparme como responsable de los Proyectos del área de los Balcanes, Cáucaso y Asia Central.

http://resistir.info/cadima/imagens/central_asia_map.jpg
Mapa de los países en la zona del Cáucaso y en Asia Central

Se trata de una vasta zona geográfica en la que apenas había cooperación estable y permanente por parte de Cruz Roja Española.

En aquel momento, se decidió cambiar el modelo que se llevaba a cabo en otras zonas geográficas, con la sectorialización de la Cooperación Internacional en: Desarrollo, Acción Humanitaria y Desarrollo Institucional, por lo que la Unidad asumía este reto.

A lo largo de la historia, los Balcanes han sido un escenario “caliente” y bélico. A principios del siglo XIX, se vivió de forma prácticamente consecutiva entre 1.912 y 1.913 la primera y segunda “Guerra de los Balcanes

que enfrentó en primer lugar al Imperio otomano con la llamada Liga de los Balcanes formada por Bulgaria, Montenegro, Grecia y Serbia y en segundo lugar a Bulgaria contra Serbia y Grecia.

La Primera Guerra Mundial , también conocida como Gran Guerra, dio comienzo el 28 de julio de 1914 en los Balcanes. El detonante del conflicto se produjo el 28 de junio de 1914 en Sarajevo con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria. Su verdugo fue Gavrilo Princip, un joven nacionalista serbio. Este suceso desató una crisis diplomática cuando Austria-Hungría dio un ultimátum al Reino de Serbia y se invocaron las distintas alianzas internacionales forjadas a lo largo de las décadas anteriores. En pocas semanas, todas las grandes potencias europeas estaban en guerra y el conflicto se extendió por todo el mundo.

Mas recientemente, entre 1.991 y 2.001 en este mismo escenario han tenido lugar las “Guerras Yugoslavas” que en la práctica han supuesto la desintegración de la antigua República Federal Yugoslava.

http://www.iesporza.educa.aragon.es/hmc/igm/mapa_guerras_yugoslavas.jpg
Detalle de las distribuciones étnicas en los distintos países balcánicos

Lo más significativo de aquel período, fue la creación de un equipo de trabajo, a raíz del último episodio violento en esa zona, como fue la Guerra en Kosovo y toda la repercusión que tuvo en los países vecinos: Albania, ARY de Macedonia, Bulgaria, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Croacia.

Otro de los hitos importantes fue la ejecución de proyectos en el Cáucaso, particularmente en Georgia y en Asia Central, principalmente en Tayikistán.

A partir de esta entrada, estreno una nueva categoría en el blog “Balcanes, Cáucaso y Asia Central” en la que en primera persona, o a través de los testimonios e impresiones de las personas que han trabajado conmigo tanto en la Oficina Central como en “el terreno” iremos desgranando poco a poco los hitos más significativos y proyectos desarrollados de esa experiencia nuestra en estos países.

Como siempre, espero que lo disfrutes, y se agradecen todo tipo de comentarios.

Campo de Yarmouk (Siria)

Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, 19 de agosto ¿Qué es lo que más necesita el mundo?

Desde hace 10 años, cada 19 de agosto se conmemora el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, instituido por la Asamblea General de Naciones Unidas coincidiendo con el aniversario del ataque al cuartel general de la ONU en Bagdad ocurrido en el año 2003.

Este año, el lema elegido por Naciones Unidas es “El mundo necesita más…”
Para mayor información y detalles puedes pulsar este enlace.

Y si quieres participar activamente en la campaña y saber cómo funciona, puedes pulsa aquí.

Campo de Yarmouk (Siria)
Multitudes a la espera de recibir ayuda humanitaria distribuida por la Media Luna Roja en el Campo de Yarmouk (Siria)

Esta efeméride me lleva a pensar y reflexionar sobre mi experiencia como técnico y como Trabajador Social, en lo que se refiere a la Asistencia y Acción Humanitaria llevada a cabo tanto en el terreno como en la sede de la oficina de Cruz Roja Española, que es la organización para la que trabajo.

He tenido la oportunidad de vivir muy de cerca situaciones en las que resultaba necesario dar una respuesta de Acción Humanitaria, en Siria para lo refugiados palestinos; en los Balcanes con la desmembración de la antigua Yugoslavia para cientos de desplazados y refugiados en los países vecinos; en el antiguo Zaire, como país receptor de cientos de miles de refugiados procedentes de Ruanda tras el conflicto hutu – tutsi; en Angola, como consecuencia de la guerra civil librada tras su independencia de Portugal y hasta la década de los 90.

Agua, Aprovisionamiento-agua, water, water-suply, Kibumba, Ruanda, Rwanda
Lugar de aprovisionamiento de agua potable en el campo de Kibumba. Goma (Rep. Dem. Congo)

Al trabajar para una organización internacional, el trabajo con tu “contraparte”, es fundamental y en el ámbito de Cruz Roja, relativamente fácil a través de su extensa red en todo el mundo con las Sociedades Nacionales de Cruz Roja o Media Luna Roja.

En mi experiencia de casi dos años en Angola, basado en la ciudad de Benguela era el único expatriado para poder hacer llegar la ayuda humanitaria a tantos miles de desplazados internos. Esto no hubiera sido posible sin la presencia del personal angoleño, tanto voluntario como remunerado. Al personal del país, en Angola como en otros países en los que he tenido la oportunidad de trabajar se les tiende a llamar “personal local” con una cierta subestimación respecto al “personal expatriado” o “personal internacional”.

Angola y Benguela
Mapa de Angola. Benguela situada en la costa, a unos 500 kilómetros al sur de Luanda.

Sin en el trabajo del personal nacional angoleño no hubiera podido efectuar mi cometido y llegar a los lugares remotos del sur de Angola a los que hemos llegado o en ocasiones haberme hecho entender por no hablar lenguas como el umbundu o el kimbundu. Son ellos quienes conocen su propio país, a sus vecinos, sus costumbres, etc. y quienes nos ayudan a romper la distancia que puede haber entre un extranjero desconocido y quien es uno más entre iguales, otro angoleño con el resto de la comunidad

En estos contextos, todo el personal, sea nacional sea internacional, no está exento de riesgos, y en ocasiones este riesgo o las consecuencias de la inseguridad que en un momento determinado se pueda vivir, tiene muy distinta trascendencia si al que le ocurre el percance es personal nacional o si es personal expatriado.

Yo quiero rendir mi pequeño homenaje en esta entrada a Herculano Chipindi, conductor de la Cruz Roja de Angola en Benguela, fallecido en una emboscada en el trayecto entre Namibe y Benguela (por Bentiaba y Lucira) y a Francisco dos Santos Paiva Paiva, conductor también, herido de bala en esa misma emboscada.

Yo mismo podría estar conduciendo en ese momento el vehículo y ser la víctima, pero las circunstancias, el destino o la suerte no han querido que eso haya sido así.

En este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, mi recuerdo  y mi reivindicación es para esos cientos de miles de personas anónimas que actúan y colaboran con personal que trabaja para organizaciones internacionales y que a diario se juegan la vida en tantos lugares como Gaza, en Siria, en la República Democrática del Congo por solo citar unos ejemplos.

¿Qué se entiende por Acción Humanitaria?

Según el Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo se define como un conjunto diverso de acciones de ayuda a las víctimas de desastres (desencadenados por catástrofes naturales o por conflictos armados), orientadas a aliviar su sufrimiento, garantizar su subsistencia, proteger sus derechos fundamentales y defender su dignidad, así como, a veces, a frenar el proceso de desestructuración socioeconómica de la comunidad y prepararlos ante desastres naturales. Puede ser proporcionado por actores nacionales o internacionales. En este segundo caso tiene un carácter subsidiario respecto a la responsabilidad del Estado soberano de asistencia a su propia población, y en principio se realiza con su visto bueno y a petición suya, si bien en los 90 se abrió la puerta a obviar excepcionalmente estos requisitos.

La acción humanitaria encierra un contenido más amplio que el de la ayuda humanitaria. Incluye no sólo la provisión de bienes y servicios básicos para la subsistencia, sino también, sobre todo en contextos de conflicto, la protección de las víctimas y de sus derechos fundamentales mediante labores como la Defensa de los Derechos Humanos (advocacy), el testimonio, la denuncia, la presión política (lobby) y el acompañamiento.

Los antecedentes de la idea contemporánea de la acción humanitaria se producen como consecuencia y reacción tras la Batalla de Solferino (batalla franco – prusiana) en 1859 y tras la iniciativa del suizo Henry Dunant para la creación de una sociedad voluntaria de socorro y que los Estados ratificaran “un principio internacional convencional” garantizando la protección jurídica a los hospitales militares y al personal sanitario.

Posteriormente y a raíz de la iniciativa de Henry Dunant y en 1864 se creó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y comenzó a conformarse el Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Es precisamente el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en su conjunto el que promueve junto a otras organizaciones, el “Código de Conducta relativo al socorro en casos de desastre

Este Código define desastre como “acontecimientos extremos y aciagos que se cobran vidas humanas y provocan tanto gran sufrimiento y angustia como vasto perjuicio material”.

El Código contiene 10 puntos y 3 anexos.

Los puntos son:

1. Lo primero es el deber humanitario.
2. La ayuda prestada no está condicionada por la raza, el credo o la nacionalidad de los beneficiarios ni ninguna otra distinción de índole adversa. El orden de prioridad de la asistencia se establece únicamente en función de las necesidades.
3. La ayuda no se utilizará para favorecer una determinada opinión política o religiosa.
4. Nos empeñaremos en no actuar como instrumentos de política exterior gubernamental.
5. Respetaremos la cultura y las costumbres locales.
6. Trataremos de fomentar la capacidad para hacer frente a catástrofes utilizando las aptitudes y los medios disponibles a nivel local.
7. Se buscará la forma de hacer participar a los beneficiarios de programas en la administración de la ayuda de socorro.
8. La ayuda de socorro tendrá por finalidad satisfacer las necesidades básicas y, además, tratar de reducir en el futuro la vulnerabilidad ante los desastres.
9. Somos responsables ante aquellos a quienes tratamos de ayudar y ante las personas o las instituciones de las que aceptamos recursos.
10. En nuestras actividades de información, publicidad y propaganda, reconoceremos a las víctimas de desastres como seres humanos dignos y no como objetos que inspiran compasión.

Hay que reconocer la dificultad de cumplir absolutamente estos 10 puntos, pero a mi me gustaría hacer especial hincapié en el sexto y en el séptimo.

En el desarrollo del sexto punto se especifica: “Incluso en una situación de desastre, todas las personas y las comunidades poseen aptitudes a pesar de su vulnerabilidad. Siempre que sea posible, trataremos de fortalecer esos medios y aptitudes empleando a personal local, comprando materiales sobre el terreno y negociando con empresas nacionales.”

“Los ataques contra los trabajadores humanitarios aumentan. Basta ya. Los héroes humanitarios deben protegerse” #HumanitarianHeroes #WHD2014

“Attacks against humanitarians are on the rise. Enough is enough. #HumanitarianHeroes must be protected #WHD2014

Muchas gracias por tu atención y agradezco tu valoración y / o comentarios. Puedes suscribirte a este blog pulsando en el botón de la derecha «Seguir«.