Ser cooperante, ¿se hace o se nace?

Al igual que ocurriera con mi colaboradora Beatriz Valbuena, otra de las personas que se incorporó y colaboró en la Unidad de los Balcanes, Cáucaso y Asia Central del Departamento de Cooperación Internacional de Cruz Roja Española fue Iñaki Sainz de Rozas Pertejo.

Cooperante Iñaki Sainz de Rozas Pertejo
Cooperante Iñaki Sainz de Rozas Pertejo

Estudió Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, con una especialización posterior en los nacionalismos balcánicos y postsoviéticos. Su llegada al equipo “balcánico” fue un tanto fortuita.

En esta entrada, Iñaki, nos cuenta sus primeros pasos en Cooperación y hace una retrospectiva de sus orígenes y  de su amplia y dilatada experiencia en diversos continentes gestionando distintos tipos de proyectos.


Los orígenes

Pues, los que habíamos nacido en el “Neolítico”, debíamos hacer el Servicio Militar Obligatorio,  o el Servicio Social Sustitutorio en su lugar. Ese fue mi caso, para hacer el Servicio Social Sustitutorio yo había sido asignado a un puesto de ayuda en carretera de Cruz Roja cerca de mi lugar de residencia, pero pensé que, por mi formación, podría encajar mejor en el Departamento de Cooperación Internacional.

Tras ponerme en contacto con Fernando en el verano de 1999, y explicarle mi caso, solicitamos entre los dos el cambio de expediente dentro de Cruz Roja, y tres meses más tarde, el 27 de Septiembre de 1999, ¡voilá! empecé mi Objeción de Conciencia en ese Departamento y por tanto mi inmersión en el mundo de la Acción Humanitaria.

Mi carrera desde entonces se ha dividido en varias fases. En un primer momento estuve ligado a Cruz Roja durante cuatro años entre el trabajo en la Oficina Central y una primera misión en El Salvador.

Posteriormente trabajé en Ciudad Juárez (México) para organismos del Gobierno Federal mexicano y con organizaciones locales.

Después me reincorporé a Cruz Roja entre 2005 y 2012. Y desde entonces he trabajado con la organización Acción Contra el Hambre en Líbano

Mapa Líbano

y ahora (marzo de 2016) vuelvo a Malawi por segunda vez.

Mapa Malawi

Además he trabajado en otros países como Zambia, República Sudafricana, Namibia y en el  sureste asiático en Pakistán.

Mapa Pakistán

Gestionando Proyectos

Yo siempre he gestionado proyectos pues los que tenemos una formación no técnica, somos considerados generalistas, y a lo que, en un principio, podemos aspirar es a la gestión de proyectos y de los fondos con los que financiar dichas actividades.

Imagen Gestión de proyectos

El trabajar en una organización generalista como Cruz Roja me permitió implicarme en proyectos de diferente naturaleza: Agua y Saneamiento, Salud, Desarrollo Comunitario; Medios de vida, Seguridad Alimentaria, etc.

Pero poco a poco me he ido especializando en proyectos de Seguridad Alimentaria, Medios de Vida, Generación de Ingresos, y reparto de dinero, y últimamente también me he implicado en la identificación de estrategias sectoriales.

Me ha permitido tener una versión más integradora de la Acción Humanitaria y de la Cooperación al Desarrollo. Y agudizar el análisis de los factores que potencian la vulnerabilidad de las poblaciones a las que apoyamos, algunos de los cuales tenemos la capacidad de revertir pero, en otros casos, su solución escapa fuera de nuestro alcance.

Desde mi punto de vista considero que el cambio generado en las poblaciones locales por un proyecto de Cooperación al Desarrollo está basado en procesos de aprendizaje de nuevas formas de vida; técnicas agrícolas; hábitos alimenticios; hábitos higiénicos, etc. Por eso es importante tener en cuenta que el impacto de estos procesos requiere su tiempo. Por poner un ejemplo  “la gente no se lava las manos porque los agentes sociales les digamos varias veces que es bueno lavarse las manos” (¿cuántas veces nos decían de pequeños que no hiciésemos ruido al beber, y nosotros seguíamos sorbiendo del vaso?), si no que todo cambio requiere un proceso de aprendizaje y acompañamiento para supervisar la puesta en práctica de los nuevos hábitos y corregir posibles fallos y errores.

También es importante tener en cuenta que las soluciones que propondremos deberían apuntar hacia una sostenibilidad duradera en el tiempo, para lo cual por un lado es necesario buscar soluciones sencillas con las que la población esté familiarizada o pueda estarlo en un periodo corto de tiempo, y además analizar todos los factores (culturales, económicos, sociales, etc.) que podrían menoscabar esta sostenibilidad.

Proyectos agrícolas

Recuerdo que con el fin de fortalecer las actividades agrícolas locales, en una ocasión repartimos bombas de riego manuales entre los agricultores, el proyecto había sido apoyado por el Ministerio de Agricultura local y de hecho había sido una petición de los beneficiarios, que sabían de la existencia de dichos sistemas de riego y pensaban que era la solución para fortalecer su producción.

Pakistán. Registro de beneficiarios. Registration of farming beneficiaries
Pakistán. Registro de beneficiarios. Registration of farming beneficiaries

Durante el primer año, tras las distribuciones de las bombas de riego, todo el proyecto fue viento en popa, las familias incrementaron su producción y el donante estaba encantado con ver los campos de maíz rebosantes. Sin embargo al identificar la solución con los beneficiarios, no tuvimos en cuenta la vida media de una bomba de riego, el desgaste de las piezas por su uso prolongado, ni la posibilidad de encontrar piezas de recambio en las proximidades de las aldeas donde trabajamos.

Al identificar el proyecto supimos que las piezas de recambio se vendían en la capital del país (a 100 km de distancia) y pensamos que los beneficiarios se podrían organizar para ir a comprarlas. Pero en nuestro razonamiento no tuvimos en cuenta los hábitos de vida locales, las rentas medias y el coste de la vida. Cuando cerramos el proyecto y empezaron a surgir los primeros problemas con las piezas, supimos que los agricultores no estaban dispuestos a hacer más de 40 Km de distancia y emplear más de un día en comprar los recambios. 40 km era el trayecto que un agricultor podía recorrer en un día en autobús para poder regresar en el mismo día a su aldea. EL recorrer mayores distancias significaba una mayor inversión en el viaje (mayor coste de transporte y coste para pernoctar), además suponía que el agricultor iba a desatender su ganado o sus actividades agrícolas durante al menos 48 horas, sin que le asegurase nadie que podría regresar a la aldea con las piezas de recambio o que debería emplear al menos otros dos días para recoger las piezas encargadas al proveedor.

Estos gastos y el tener desatender sus predios agrícolas suponían un riesgo que no podían permitirse los agricultores, por miedo a robos, y a otros factores, así que tras la finalización del proyecto y tras nuestra marcha de las aldeas, a medida que las bombas de riego se fueron estropeando, los agricultores regresaron a sus viejas formas de riego y a su agricultura de subsistencia.

Limitaciones

Como digo es importante saber que la ayuda a la Cooperación y la Acción Humanitaria no es una panacea con la que acabar con todos los males que acucian a las poblaciones vulnerables, si no que nuestro alcance es limitado, y es importante tener esto presente en determinados contextos, donde el peso de las tradiciones, la cultura o del sistema político nos impide un desarrollo de soluciones más pragmáticas (Pakistán, Afganistán, etc.)

Distribución de insumos agrícolas y ganaderos en Pakistán
Distribución de insumos agrícolas y ganaderos en Pakistán

Personalmente en Pakistán me costó tiempo admitir que el apoyo que prestaba al desarrollo de las poblaciones rurales (y en especial al de la mujer) se veía limitado por factores (religiosos, culturales, políticos y económicos) que estaban fuera de mi alcance, y eso supuso un desgaste emocional y psicológico importante, que la exigencia del trabajo en esos momentos no me lo permitía.

En este sentido es importante saber cuáles son nuestros limitantes anímicos y físicos, pues desgraciadamente no solemos estar preparados para trabajar en cualquier ambiente, y el ser demasiado ambiciosos en nuestras primeras misiones puede generar un desgaste físico y psicológico importante que nos ponen en riesgo a nosotros a nuestro equipo y al trabajo realizado. Países con situaciones complejas como Irak, Afganistán o Pakistán deben ser destinos para personas con cierto recorrido a sus espaldas, por el bien de la persona cooperante y por el bien de la organización.

Mi experiencia me ha enseñado, además, a saber que en muchas ocasiones las soluciones a los problemas de las poblaciones a las que apoyamos, se encuentran a la vuelta de la esquina. Con esto quiero decir por un lado que hoy en día casi todo está inventado, no estamos aquí para “inventar la rueda”, sino para aprender de experiencias anteriores, en el entorno donde nos desenvolvemos, que hayan tenido éxito y que, a través de nuestra acción, podamos mejorar su eficacia y eficiencia.

Líbano. Limpieza y desbroce de espacios públicos
Líbano. Limpieza y desbroce de espacios públicos

Y por otro, que no es necesario importar soluciones endógenas para solucionar problemas locales, pues traer soluciones externas generará un gasto tecnológico, económico y un consumo de tiempo que en ocasiones no es asumible ni por la organización ni por el beneficiario. Todo lo contrario, en la búsqueda de la solución debe intervenir el beneficiario con el fin de facilitar su aprendizaje y su empoderamiento de la solución, que permita una sostenibilidad de la misma en el tiempo.

Antes de importar modelos de vivienda a la selva centroamericana, prefiero diseñar un modelo de casa más modesto con los beneficiarios, más acorde con sus medios de vida y sus capacidades financieras que permitan un mantenimiento adecuado.

El diseño de una solución en equipo, ayudará a ganarnos su empatía, conocer mejor las causas de su vulnerabilidad y a que los beneficiarios se adueñen y apropien de la solución con el fin de que sea más sostenible social y financieramente. En este sentido siempre es bueno que los beneficiarios tengan una aportación al proyecto, en forma de mano de obra, materiales, etc.

EL ser humano siempre valorará más aquello que le ha supuesto un coste, que aquello que se lo hayan dado de manera gratuita.

Para ir acabando

Por último quería recalcar que hoy en día es fundamental el conocimiento de idiomas para poder desarrollarse en este campo, ya no solo para abrir el ángulo de acción entre países anglófonos, francófonos, lusófonos, etc. sino porque el dominio del francés, del inglés y de otra lengua (árabe, swahili; etc.) permitirá el acceso a herramientas de trabajo en esos idiomas que de otra manera nos está vetada.

Alfabeto Swahili

El aprendizaje de lenguas locales además de facilitar el trabajo en numerosos países nos aportará un mayor acercamiento a las poblaciones a las que queremos ayudar y a los equipos de trabajo locales. Es importante saber que en muchos casos nuestro trabajo depende de los equipos locales de trabajo que son los intermediarios entre nosotros y los beneficiarios, y que son nuestros ojos y oídos en el terreno. Yo suelo decir a mis equipos que yo estoy aquí para facilitar su trabajo, que ellos conocen a su gente y saben lo que necesitan y que en muchos casos yo soy un simple facilitador. Al igual que es bueno que el beneficiario se apodere del proyecto, también es bueno que el trabajador social se haga con el proyecto y que las soluciones a los problemas encontrados durante la ejecución del proyecto se trabajen en equipo. Que el equipo local no sienta que trabajan en una organización jerarquizada, si no que ellos vean que son partícipes en el desarrollo del proyecto y en la búsqueda de soluciones. La pérdida de interés hacia el proyecto por parte de los equipos locales solo puede ir en detrimento del proyecto.

Líbano. Limpieza de espacios públicos mediante actividades de "Cash for Work"
Líbano. Limpieza de espacios públicos mediante actividades de «Cash for Work»

Es necesario, además, respetar los protocolos de seguridad establecidos por la organización para la que trabajamos, así como los hábitos tradicionales, la cultura y las formas de relación personal existentes, allá donde uno vaya. Esto parece obvio, pero tras 14 años de experiencia en el terreno os puedo asegurar que me he topado con todo tipo de situaciones bastante serias y embarazosas que, normalmente, estaban generados por una actitud errónea del delegado o del expatriado y que, no solamente dañaron la imagen del cooperante, si no de la institución a la que éste representaba, y ese tipo de heridas cuesta mucho resarcirlas.

Yo siempre digo que nosotros somos los representantes de la organización para la que trabajamos las 24 horas del día en nuestro lugar de destino, y eso hay que tenerlo en cuenta tanto para tomar decisiones profesionales como en nuestra vida privada, especialmente si nos encontramos en entornos complejos o aislados (la población local no nos conoce por nuestro nombre, si no por ser la persona de la organización para la que trabajamos).

Es necesario tener en cuenta que lo mejor para nuestra seguridad, y la de los equipos, es pasar desapercibido. Os puedo asegurar que en Pakistán fuera de mi equipo, nadie supo nunca que yo era europeo, pues me dejé barba e iba vestido a la manera local, que por otro lado era la mejor solución frente a los 52oC que teníamos en verano. De esta manera, además, me gané la empatía de mi equipo y la de los beneficiarios.

Creo  que es práctico la especialización de las personas profesionales de la Cooperación, pero pienso que siempre hay que dejar una puerta abierta para poderse adaptar a los cambios que puedan venir en un futuro, y una sobrespecialización puede dificultar dicha adaptación, porque estás encasillado, o te encasillan, o por otras razones…

Lo que es fundamental hoy en día es la formación continua, con el fin de conocer las últimas herramientas y metodologías. El desarrollo de la Acción Humanitaria y la Cooperación al Desarrollo ha sido vertiginosa durante los últimos 20 años, incorporando herramientas nuevas que hacen más eficiente y eficaz el trabajo. Es recomendable estar al día de estas metodologías mediante cursos presenciales o en línea.

La experiencia personal me ha enseñado, que es difícil compaginar esta profesión con una vida familiar: o la pareja entiende y comparte nuestros objetivos y está dispuesta a sacrificar su vida profesional para acompañarnos o a pasar temporadas alejados el uno del otro; o somos célibes y nos mantenemos en un régimen ascético (todavía no conocí a nadie).

Si no entramos en ninguno de los casos anteriores, se avecinan nubarrones… Y ese desgaste emocional, os lo aseguro, pasa factura en el terreno. Porque como dicen en México: “amores de lejos, amores de pendejos” o “parejas de lejos, parejas de cuatro”.

En fin, fuera de bromas, creo que es importante también poder cubrir las necesidades anímicas de cada uno, especialmente cuando uno está trabajando en contextos complejos durante periodos prolongados, la falta de ese afecto o los problemas personales generados por una relación equívoca, puede afectarnos en el trabajo.

Bueno, that’s all folks. Gracias por vuestra atención y estoy abierto a vuestras preguntas, comentarios y sugerencias.

Thats all folks

46 comentarios en “Ser cooperante, ¿se hace o se nace?

  1. Al hilo del título de la entrada del blog, y leyendo a Iñaky, me atrevo a decir que un cooperante nace,se hace y se transforma. Pues existen rasgos inherentes a la personalidad,que se tornan idóneos para afrontar una misión en Cooperación Internacional. A partir de ahí, con formación y preparación se hace amalgama, que se va moldeando con vivencias y experiencias en la carrera de un cooperante. Da cuenta de ello, el relato que nos comparte Iñaky.

    La referencia a la transformación, la identifico en la persona y profesional en el que se convierte el cooperante después de cada misión. Pues, resulta evidente cómo parte del destino queda impreso en sus vidas y sus historias. Y cómo ese sentido de pertenencia que alcanzan, lo traducen en experiencia profesionalizada para mejorar en próximas misiones, que en definitiva; es y seguirá siendo un eslabón clave a la hora de acercarnos, evolucionar y avanzar en Cooperación.

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  2. Muchas gracias, lo primero a Iñaki por compartir sus experiencias.
    Lo de las bombas de agua con recambios insustituibles dadas las condiciones del medio, es ya un clásico en la Cooperación al Desarrollo. Se debe a una mirada etnocentrista del planteamiento de la cooperación.

    Me ha gustado lo que dices de la autoexigencia que debe tener el cooperante, a la hora de llevar a cabo su vida de una manera determinada en el terreno, saber idiomas, cuantos más mejor, y si es posible aprender la lengua del territorio y manejo de las nuevas tecnologías, que es verdad que muchas veces se considera que debe primar la buena voluntad, pero otros requisitos como ya nos han comentado especialistas en el aula son imprescindibles.

    Un saludo. Muchas gracias.

    Cooperakaizen.

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    1. Estimado/a Cooperkaizen, gracias por tus comentarios. La expericncia me ha enseñado a no maximizar con comentarios como «un clásico de la Cooperación». Me gustaría romper una lanza por la Cooperación y la Ayuda Humanitaria, y poner en valor la acción que llevamos a cabo, a pesar de los errores cometidos, pues en muchos casos nuestro aprendizaje es empírico, a veces, a costa de las expectativas locales. Sin embargo nuestra acción ha ayudado a millones de personas además de dignificarles como personas, pues creo que a gtravés de nuestro apoyo debemos reforzar la dignidad humana y el orgullo de los beneficiarios.

      No hay que olvidar que nuestra capacidad de acción en muchos casos es limitada, por la falta de recursos, o por otros factores exógenos (geográficos; técnicos; políticos; culturales; financieros). Tampoco creo que debamos olvidar que desde mi punto de vista el objetivo de la cooperación y de la Ayuda Humanitaria es el apoyo a las poblaciones locales (y a susu aiutoridades) en sus acciones para un mayor Desarrollo y para la erradicación de la pobreza. Las ONGs desde mi punto de vista, no deben en ningún caso sustituir a las autoridades locales en su liderazgo contra las vulnerabilidades y la pobreza.

      Además te sorprenderían la de errores que se cometen en el terreno y que, con un poco de perspectiva, parecen «clásicos de la Cooperación». A veces se cometen por culpa de las ONGs (mala identificación), pero otras veces por los limitantes antes mencionados. Como ya he mencionado, me sorprendió el año pasado el ver proyectos de importantes ONGs que cometñian los mismos errores en los que yo incurrí en la misma área 10 años antes. Insisto, creo que sería necesaria una mejor coordinación entre todos

      Un saludo

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  3. Para mí, la entrada plantea muchas preguntas difíciles con el trabajo de desarrollo en general y con la vida en el campo del desarrollo. Me gusta su teoría del desarrollo a través del aprendizaje, la formación constante y la intensa cooperación con los destinatarios, ya que esto parece ser la única forma viable para asegurar el éxito de los proyectos. Recientimente leí este artículo sobre la discusión sobre el éxito o fracaso de las ONGs de desarrollo en general que creo que es relevante y puede interesarte.
    https://www.theguardian.com/global-development-professionals-network/2015/nov/12/aid-should-ngos-close

    También es interesante escuchar las tensiones emocionales del trabajo de desarrollo y siento que personalmente tendría que considerar estas implicaciones muy duro antes de entrar en ella.

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    1. Estimado/a b1grupo3, gracias por tu comentario y por compartir tan interesante artículo que sin duda recomiendo, al igual que el Blog de The Guardian en el que está escrito (https://www.theguardian.com/global-development-professionals-network) y que sigoo con regularidad.

      Creo que este tipo de textos deberían ser un acicate que nos impulse a mejorar nuestras acciones, y buscar una mejor eficacia y mayor eficiencia. No obstante al hablar del poco impacto de la inversión en el África Subsahariano enumera diferentes líneas de intervención que no tienen que ver con Ayuda Oficial al Desarrollo, las ONGs y la Ayuda Humanitaria (y que me temo se trata de un gran porcentaje de la inversión extranjera), además enumera factores (corrupción, etc.) que en muchos casos que aunque perviven a veces entre las ONGs, creo que el grueso de la corrupción está a más altos estamentos. Sin embargo nuestra obligación es denunaciar y acabar con toda ella por pequeña que sea.

      Es cierto que la falta de coordinación entre los diferebtes actores y la importación de soluciones exógenas puede generar situaciones como la que describe de las 19 bombas de riego (con algo así me he topado alguna vez). Creo que una mayor coordinación entre los diferentes actores, en los foros adecuados (cluster) con el liderazgo de las autoridades locales ayudaría, entre otras cosas a una estandarización de las soluciones, y un mayor aprovechamiento de los recursos localkes con el fin de incrementar la eficiencia y la eficacia. En este sentido apoyo totalmente al autor del artículo cuando dice que nuestra obligación es apoyar a la población local para apoyar soluciones con tecnología local, ese es, creo yo, nuestro objetivo.

      Un saludo

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  4. Su entrada presenta una cuestión difícil para algunos proyectos de asistencia humanitaria: ¿qué debemos hacer cuando los deseos de la población local no están de acuerdo con sus necesidades reales? En el caso de las bombas de riego manuales, la asistencia no era suficiente a largo plazo. Desafortunadamente, aunque los agricultores estaban entusiasmados con las nuevas herramientas, no eran la mejor inversión posible dadas las circunstancias de su comunidad. Estoy segura que este problema, de una desconexión entre deseo y necesidad, ocurre más a menudo de lo que uno puede pensar. En tal caso, especialmente cuando los funcionarios de la organización de asistencia reconocen que la solicitud de la comunidad local no tiene sentido, ¿cómo deben proceder los trabajadores de la ayuda?

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    1. Estimada Margaret, me parece que planteas diferentes temas y que, en cierta medida, los mezclas. En cualquier caso tus observaciones son muy interesantes e intentaré responder a ellas en base a mi experiencia. En primer lugar creo que “deseo” y “necesidad” son conceptos distintos y nosotros no estamos en el terreno para cumplir los deseos de la población local como si fuésemos Santa Claus, porque por un lado eso excede nuestra capacidad de actuación (como creo que ya he explicado) y porque nuestro mandato es cubrir las necesidades puntuales generadas por una situación de emergencia y generar procesos de desarrollo sostenible sobre la base de las capacidades locales en coordinación con las autoridades y población local y con su necesario apoyo.

      Este discurso debería ser nuestra tarjeta de presentación cuando entramos en una comunidad, para evitar falsas expectativas. Si las comunidades no están de acuerdo con este punto de vista deberíamos explicarlo de otra forma con apoyo de las autoridades locales, o bien deberíamos buscar otras comunidades más receptivas.

      En segundo lugar si las comunidades aceptan nuestra entrada, deberían participar en el proceso de identificación del proyecto. Si el proceso se basa en una fluida comunicación entre las partes no tiene porque existir ninguna disasociación entre las expectativas de las comunidades y los objetivos del proyecto o de la ONG. Si, a pesar de la participación local, sigue existiendo cierto rechazo al proyecto propuesto, habría que analizar las causas del mismo, que pueden venir por factores exógenos a la comunidad (terceros actores, grupos de interés); por factores culturales (peso de las tradiciones; etc.) o porque simplemente el proyecto o no se ha identificado de manera correcta (no estamos cubriendo una necesidad prioritaria, o el periodo de ejecución del proyecto coincide con el periodo de recolección, etc.) o nosotros no hemos sido capaces de dar una clara explicación de la intervención y de sus beneficios. En cualquier caso habría que buscar estrategias que reduzcan el rechazo de la población local (nuevo enfoque; otro cronograma; etc.) mediante una más clara explicación del proyecto y el objetivo del mismo, y una negociación con la población local, estas estrategias podrán ser desarrolladas con la ayuda de actores locales (autoridades locales; etc.) si fuera necesario. Si a pesar de todo, el proyecto sigue siendo rechazado, entonces deberíamos buscar una nueva zona de intervención. El fallo habrá sido nuestro por una errónea selección de beneficiarios

      Sin embargo entono el mea culpa porque muchas veces (de manera consciente o inconsciente) jugamos con las expectativas de la población local porque no explicamos bien nuestro cometido y el de nuestra intervención, o bien porque no hacemos una correcta identificación de las soluciones técnicas necesarias plausibles (caso de las bombas de agua que mencionas), acción que va en detrimento de la sostenibilidad del proyecto y de las expectativas de los beneficiarios en el proyecto. Para obviar muchos de estos errores es necesario una mayor coordinación sobre las experiencias obtenidas entre las diferentes ONG trabajando en los distintos clusters existentes. A pesar de ello, el año pasado en Malawi me sorprendió ver que algunas ONGs en la zona donde yo trabajaba incurrieron en los mismo errores de identificación que yo hice 10 años antes, como te digo creo que sería necesaria una mejor coordinación.

      Un saludo

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  5. Iñaki, muchas gracias por compartir tu experiencia desde un punto de vista tan personal y sincero. Gracias por hablar de las dificultades personales a las que el cooperante se puede enfrentar, así como la importancia de la formación y el respeto hacia la cultura local, con la que hay que contar siempre para poder desarrollar los proyectos.

    Me gustaría saber cómo te ha ayudado tu formación de historiador/geógrafo en el desarrollo de tu carrera profesional. Y si tienes tiempo, ¿nos podrías contar un poco más de tu última etapa en Malawi? ¿sigues allí? ¿con qué proyectos?

    Muchas gracias y un saludo,
    Blanca

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    1. Hola Blanca, yo creo que tu pregunta sobre mi formación la podría responder Fernando que es quien vio claro desde un primer momento la validez y me reclutó para su equipo. En fin creo que la formación en Geografía e Historia a parte de proveerte de unos conocimientos extensos sobre las diferentes regiones del mundo, y de los factores/causas humanos y físicos que han generado su situación actual, también me dio instrumentos y metodologías de análisis, que me han servido en mi carrera profesional además de poner en valor el pasado y los factores históricos que influyeron en las realidades en las que he trabajado. El interesarme por la historia y tradiciones de las poblaciones locales me facilitó además una mayor empatía con ellas.

      Mi última experiencia en Malawi (2016) se circunscribió a el reparto de Ayuda de Emergencia a 2500 familias del distrito de Nsanje en Malawi afectadas por los efectos de El Niño durante la primera mitad del año. Además, estuvimos repartiendo paquetes de comida a la población desplazada por el conflicto civil que se había reavivado en las regiones mozambicanas fronterizas con Malawi durante ese periodo (Tete Province). Por último aporté mi grano de arena en la identificación de diferentes proyectos y de una Estrategia de Seguridad Alimentaria y Medios de Vida para la organización con la que trabajaba (ACH) para Malawi.

      Algunas de las mejores experiencias que tuve en Malawi, fueron el trato con la población local, y con su integridad humana. Además de la fidelidad e interés del equipo local por el proyecto, a pesar de que solíamos tabajar los 7 días de la semana, y de su poder de sacrificio, pese al alto nivel exigido y a las maratonianas jornadas de trabajo, que en muchas ocasiones pasaban las 12 horas diarias y que podían generar un alto desgaste físico y psicológico. Para lo cual hubo que empatizar muy finamente con el equipo local, trabajando codo con codo; visitando comunidades los sábados y domingos; descargando camiones de ayuda humanitaria; comiendo y cenando con ellos cuando se podía y en donde se podía.

      Aquí os dejo varios links de artículos que escribí sobre nuestras actividades n Nsanje para la web de ACH

      https://www.accioncontraelhambre.org/es/sobrevivir-la-sequia-en-malawi-la-historia-de-lenard-y-marian-kopani

      https://www.accioncontraelhambre.org/es/testimonios-desde-malawi-el-jardin-de-rose

      https://www.accioncontraelhambre.org/es/testimonios-desde-malawi-la-resiliencia-de-vasiku-y-marie-temu

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  6. Sinceramente me ha gustado mucho esta entrada del blog, ya que como dije anteriormente me interesa saber, desde un punto de vista más personal, cómo es la experiencia de ser cooperante, pues en mi opinión el cooperante influye en el entorno, pero el entorno y las experiencias también influyen al cooperante, la influencia que ejerce un proyecto en el entorno se puede conocer a partir de un informe visto en clase, pero la vivencia personal de un cooperante solo se puede conocer gracias a relatos como este.
    Gracias por compartir con nosotras su experiencia.

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    1. Buenas tardes Angee, gracias por tus palabras. Yo soy de la opinión de que la huella del impacto que el entorno deja en nosotros, cuando trabajamos en el terreno, es mayor que el que dejamos nosotros en él. Una de las cosas más maravillosas es que esa huella que nos deja es imborrable que ayuda a moldear nuestro carácter y personalidad. Nadie nos podrá quitar nunca esas experiencias. Para sacar el máximo provecho a dichas experiencias yo siempre aconsejo que hay que ver, oír y aprender antes de opinar sobre las realidades existentes en el terreno. Un saludo.

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    1. Los idiomas locales no solamente es una forma de comunicarte mejor con las poblaciones y los equipos locales, también es una manera de empatizar con la población local y con sus realidades. Allí donde aprendí unas pocas palabras (ojalá hubiese aprendido el idioma) constaté una mejor acogida y mayor interés por mis actividades y los proyectos que queríamos identificar y gestionar. Un saludo

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  7. Gracias Iñaki, lo tendré todo en cuenta, aunque pienso que lo humanitario debe mirar al largo plazo a veces, lo digo por los campos de refugiados en Palestina y todos los que se han creado que no sabemos cuanto tiempo van a estar, parece que mucho…
    un abrazo!

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  8. Lo primero de todo, muchísimas gracias por tu aportación Iñaki, siempre se agradece un montón, que los que teneis la experiencia, nos mostreis vuestros puntos de vista, vuestra experiencia y vivencia para acercarnos cada vez más al terreno, saber qué nos podemos encontrar, aprender de los consejos. Por eso, muchísimas gracias.

    También estoy de acuerdo con todo lo que cuentas sobre que las soluciones sean duraderas y que se necesita supervisión ya que por mucho que te empeñes en que alguien haga las cosas de una determinada manera, si no hay un cambio de pensamiento, o de que esas personas lo vean útil y sencillo,adaptado a su cultura, a sus costumbres… no cambiarán.

    Con esto quiero destacar la acción de 7Senses, una organización dedicada a la cooperación al desarrollo, creada por una emprendedora, Madelon Eelderink, que quiere precisamente aplicar el método que cuentas de la sostenibilidad en el tiempo, de aplicar el método de investigación acción participativa, que se corresponde con trabajar con las personas de la comunidad, en facilitarles la búsqueda de soluciones propias, que la comunidad actúe y se involucre en cúal es realmente su necesidad, qué necesitan para solucionar sus problemas…Precisamente lo que cuentas de que la solución se encuentra a la vuelta de la esquina, en uno de los retos o «challenges» que serían los proyectos que realiza esta organización, llamado «Healthy cooking challenge» el cual ganó un premio, la solución se encontraba en un «cine» con el que contaba la comunidad, que era su orgullo, con el que pudieron usarlo para concienciar a la población acerca del problema y así lograr que ellos se involucrasen y no únicamente solucionaron ese problema, sino que hubo una sostenibilidad en el tiempo, ya que incluso después de que el proyecto hubiera finalizado, siguieron mejorando lo que habían creado y obtuvieron otras mejoras que permitieron una potabilización natural del agua…

    Dejo aquí el link de la organización por si os interesa así como un vídeo de los «challenges» de lo que supongo habrás podido descubrir en el terreno, que es diversión o descubrimiento de nuevos paisajes, experiencias….

    http://www.7sens.es/

    Tuve la gran suerte de que Madelon, la fundadora de esta organización compartiera conmigo su experiencia, y por eso creo que en parte ser cooperante se nace. Ya que pienso que cada persona tiene una vocación diferente y algo en lo que destaca y le apasiona. Por eso veo que es necesario encontrar algo que sea tu talento (se te de bien), y te apasione. Y hay personas a los que el campo de la ayuda a los demás, una ayuda directa, en la que los frutos sean en muchos casos visibles, y muchas veces una ayuda sacrificada le llena mucho. De ella pude ver la pasión por la cooperación al desarrollo, y así ver que aunque puedas aprender una serie de estratégicas, técnicas, que puedas estudiar una determinada carrera…. La pasión por esta profesión es imprescindible y no todo el mundo lo tiene, aunque la mayor parte de los trabajadores sociales ejerzan por vocación ya que los incentivos de otro tipo no son la principal razón. Aunque también habrá mucha gente que habrá nacido para ser cooperante, y ejercer en este mundo y por otras causas no pueda o quiera dedicarse a ello y sea infeliz.

    Muchas gracias por compartir todo esto con nosotr@s!

    Saludos,

    Inés

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  9. Agardezco una vez más las palabras de Adriana ( y por extensión las de todas vosotros y vosotras).

    Este trabajo es muy grato al nivel de terreno, pero tiene su contraprestaciones, yu una de ellas es que, si tienes familia, no puedes ver todo lo que quisieras a tus hijos. Por otro lado como bien dice Adriana, tras varios años con esta profesión, uno va siendo de muchos lugares y de ninguno en concreto, es decir que poco a poco se va haciendo expatriado hasta en su propio país del que a veces se siente extraño, incluso con su propuia familia, pues provenimos de realidades distintas, con problemas diferentes, y con temas de conversación distintos.

    En estos casos hay que saber compaginar el convivr entre dos realidades, como decía Javier Krahe, hay que saber diferenciar entre lo que importa y lo verdaderamente importante.

    Un saludo, Iñaki

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  10. Respecto a este comentario de Adriana:

    Muchas gracias Iñaki, estos aspectos de los que hablas son los que aportan valor y distinción a nuestra profesión. Aunque aun no haya podido salir a realizar un proyecto como el tuyo, sí que he experimentado un proceso similar en las prácticas de la carrera (aunque a menor escala), pues en un principio es necesario «ver, oír y escuchar» como dices, y a partir de ahí irse implicando poco a poco en las tareas y proyectos de la institución.

    Me ha encantado el comentario en el que respondes a Paula, respecto al abrir la mente y aprender de otras culturas me parece algo increíble y que intento aprovechar cada vez que viajo y puedo confirmar que me ha enriquecido mucho a lo largo de los años y espero que así sea en un futuro en un proyecto profesional. Creo recordar que también leímos ese libro y recuerdo quela asignatura de antropología que tuvimos aportó muchos elementos sobre el trabajo de campo yla necesidad de éste.

    También me planteaba preguntas como las que has contestado a Paula sobre la vuelta y la vida familiar, debe ser una oportunidad increíble el llevar la familia al terreno pero también una posibilidad en la que habría que valorar muchos factores. Y es un gran punto a favor saber que parte de la familia esta en el país de origen pues así el regreso se lleva mucho mejor; según pasan los años y las experiencias me imagino que uno se siente un poco más de todo el mundo, que ha dejado parte de sí en cada sitio donde ha estado y tendrá más facilidad para comprender, empatizar…. al ver las noticias, encontrarse con personas de esos países… incluso aportando mucho a nuestro alrededor.

    Un saludo,

    Adriana

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  11. Gracias por relatar esta experiencia! La verdad que con relatos como estos me alegra cada día más el haber tomado la decisión de cursar el diploma de cooperación y globalización. Estoy deseando realizar mis prácticas el verano que viene y poder contar mi experiencia como tú nos has contado la tuya.
    Gracias! Porque sin gente como tú la cooperación y el desarrollo humanitario no sería posible
    Un saludo

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    1. Estimada Cristina, gracias por el cumplido pero yo no creo ser el ejemplo de muchas cosas, si os comento de mis experiencias es para acercaros un poco más la realidad del terreno, y para que no cometáis los errores que yo he realizado.

      Un abrazo, Iñaki

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  12. Hola!
    Iñaki, entiendo tu dilema y gracias por decirlo porque siempre hemos insistido en que para ser buenos cooperantes, antropólogos o investigadores necesitamos darnos cuenta de nuestra visión etnocéntrica del mundo y no importar nuestras costumbres al lugar donde vayamos, porque éstas no son ni mejor ni peor que las suyas.
    Sin embargo, en muchas ocasiones como te ha ocurrido y especialmente pienso en el temas de salud, como la educación sexual, la educación de hábitos alimenticios saludables y la igualdad de género, quizás mantener nuestras ideas, adaptadas al terreno sea lo adecuado para no perder la perspectiva de los objetivos del proyecto.
    Entiendo que una alimentación tiene que ser a base de productos frescos y si pueden ser ecológicos mejor y si pueden ser los que se cultiven en el terreno mejor aún. En tu caso, comprendo que tengáis que recurrir a productos envasados, supongo que habéis contado con las indicaciones de un experto en nutrición.
    Si pensáis que que ese campo de refugiados se va a prolongar en el tiempo, igual podéis ir combinando su alimentación con productos frescos y si parece que va a ser un campamento que va a funcionar durante años y hay condiciones para ello, realizaría huertos.
    Una pregunta, ¿que tipo de letrinas se utilizan en los proyectos de cooperación? ¿Son ecológicas?

    Muchas gracias, que vaya bien!
    Lucía

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    1. Estimada Lucía, gracias por tus comentarios, en primer lugar he de decirte que yo no soy muy partidario en determinados contextos de mantener “nuestras ideas”, debemos ser cautelosos a la hora de promover ciertas costumbres que a nosotros nos parecen adecuadas y respetuosas, pues al hacerlo podemos generar un impacto no deseado entre la población local como que nos cierren el proyecto, exijan que nos vayamos, o que la población meta de nuestras actividades no participe más en ellas, generando un impacto negativo. No solamente me refiero al caso de Afganistán, Pakistán y las políticas de género. A la hora de realizar distribuciones de ayuda humanitaria, a veces, nos encontramos con ciertas prácticas de los líderes tradicionales de las aldeas, los cuales reorganizan la ayuda recibida bajo otros criterios que nos son el nivel de vulnerabilidad (filiaciones, etc.). En estos casos los líderes de las aldeas van casa por casa de los beneficiarios recogiendo la ayuda recibida para luego repartirla a los vecinos de la aldea bajo sus propios criterio. En estos casos, por ejemplo, es necesario saber con qué grado de persuasión contamos y qué mecanismos tenemos para poder revertir estas prácticas erróneas. Pues en muchos casos estas redistribuciones, que son injustas, son consideradas como normales entre la población local, y si no tenemos un cierto nivel de persuasión que nos ayude a condicionar nuestra reclamación, nos podemos ver obligados a abandonar la aldea. Los que van a sufrir dicho abandono será la población más vulnerable, nunca los líderes de las aldeas que suelen ser las familias más poderosas de las ladeas.

      La educación sexual, la igualdad de género son temas muy sensibles que hay que tratar con cuidado en ciertas regiones, normalmente son temas a los que la población local está abierta a discutir, pero hay veces que por el peso de la cultura no es posible meternos en el ámbito doméstico para regir las relaciones de los miembros de la familia, y menos todavía meternos en su alcoba para decirles cómo tienen que tener relaciones sexuales. Otras veces me ha ocurrido que los beneficiarios venían a las charas de prevención del VIH SIDA y promoción del uso de preservativo solamente por recibir un refresco y un boyo, los mensajes se les olvidaban cuando traspasaban el quicio de la puerta, y los preservativos se los daban a sus hijos para que jugasen con globos, en determinados ámbitos la cultura sigue pesando mucho y hay que tenerla en cuenta a la hora de identificar un proyecto, y saber qué mecanismos utilizarla para sortearla, si es que se puede sortear, para luego no llevarnos sorpresas.

      Por otro lado hay que diferenciar entre las operaciones de ayuda humanitaria, en las que hay una necesidad urgente de distribuir un insumo a los beneficiarios (comida, letrinas, etc.) y en la que en muchas ocasiones, aunque quisieras, no puedes pararte si los alimentos distribuidos reúnen ciertos criterios más allá de los de calidad, transparencia y durabilidad. Criterios como agricultura ecológica que, incluso en nuestros países es algo muy novedoso, son más adecuados para introducirlos de manera paulatina en proyectos de largo recorrido como los proyectos de Desarrollo, cuando el trabajo con los beneficiarios es más prolongado y hay tiempo para realizar una promoción más adecuada y revisar los fallos realizados.

      En cuanto a las Letrinas Ecológicas que mencionas, si te refieres a las letrinas aboneras (se utiliza los detritos para abonar los predios agrícolas) no estamos usando ese tipo de letrinas. Usamos las letrinas de hoyo clásicas, con la base de cemento/plástico y la caseta o bien de plástico o de madera. El uso de letrinas aboneras (si es la que tú dices) conlleva cierta complejidad y requiere de acompañamiento y supervisión de su uso, como te digo esas prácticas son más adecuadas para proyectos de Desarrollo. Además la única vez que la utilicé en un proyecto pues la superficialidad de las aguas freáticas (subterráneas) lo ameritaba, existía una gran controversia a cerca de su uso, pues los opositores a su uso argumentaban que algunas bacterias existentes en los detritos humanos y relacionadas con ciertas enfermedades gastrointestinales, no se eliminan con la fermentación del detrito y son absorbidas por las plantas con las que se abona. En este sentido se corre el riesgo, argumentaban los opositores a su uso, de que la enfermedad se transmita a través del consumo de dichas plantas.

      Como ves, no hay soluciones plenas, cada una dde las soluciones, como en todo, tiene su lado positivo y su lado negativo, y hay que saber valorar los pros y los contras para establecer la solución adecuada.

      Un saludo, Iñaki

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  13. … at last but not at least, si os interesan los testimoniios de primera mano de cooperrabtes sobre el terreno, os recomiendo en blog de The guardian «The Secret Aid worker», en el que trabajadores humanitarios relatan sus experiencias.

    Os dejo dos entradas que creo que son interesantes:

    http://www.theguardian.com/global-development-professionals-network/2016/apr/19/secret-aid-worker-who-will-save-the-white-saviours-from-themselves?CMP=share_btn_fb

    http://www.theguardian.com/global-development-professionals-network/2015/dec/29/secret-aid-worker-how-can-we-fight-inequality-if-we-live-as-privileged-expats

    http://www.theguardian.com/global-development-professionals-network/2015/dec/08/secret-aid-worker-we-are-just-cleaning-up-the-mess-politicians-make

    Un saludo, Iñaki

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  14. Me ha gustado mucho el relato, es muy importante que podamos leer cosas que son muy buenas para aprender y creo que las experiencias personales enseñan más que cualquier libro. Me ha parecido muy importante la idea de que hay que hacer partícipes a la gente a la que se prestará ayuda, así como veo importante conocer donde se va y ayuda, a parte de saber elegir el proyecto al que quieres pertenecer dependiendo del tipo de persona que seas o cual sea tu estado psicológico.
    Para poner fin gracias x las vivencias que mucho nos enseñan.

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    1. Buenas noches a todos, perdonad mi desvanecimiento temporal, estamos cerrando el proyecto en el Sur y preprando las distribuciones en el campo de refugiados, y el trabajo se amontona. En primer lugar es un placer compartir con vosotros las experiencias, siempre digo que cuatro ojs ven más que dos, y quizás vosotros desde la distancia podéis aportar ideas frescas que, por la miopía producida por la cercanía del terreno, no acabamos de ver.

      Permitidme que resalte varias ideas, ya implícitamente apuntadas en la conversación, y que son factores importantes para identificar y gestionar un proyecto de manera adecuada.

      1) En primer lugar es necesario a la hora de identificar un proyecto es necesario tener uyna mente abierta y un espíritu de antropólogo con el fin de analizar el comportamiento de la población meta, pues pueden exisitir factores que incidan en el desarrollo del proyecto, en el caso de los paquetes de comida, es necesario saber los hábitos alimenticios de los beneficiarios para saber el grado de aprovación de la comida seeleccionada. Pero me acuerdo de otro proyecto en El Salvador donde a la hora de establecer el cronograma de ejecución y la participación de los beneficiarios en su ejecución tuvimos que tener en cuenta la advocación adventista de los beneficiarios (los adventistas no trabajan los viernes). Este conocimiento tambiés se puede adquirir a travñés de la consulta de bibliografía existente sobre el grupo meta y la región en la que acturaemos (PNUD; etc.), pero es preferible hacer una identificación adecuada de los beneficiairos que establezca una fotografía de los beneficiarios y de sus hábitos de vida.

      2) Es fundamental además tener un buen equipo de profesionales locales que estén familiarizados con el tipo de proyecto a realizar y con la zona de actuación. y puedan adquirir de manera eficaz la información necesaria sobre la que se desarrollará nuestro proyecto, ellos son nuestros oídos, nuestros ojos y nuestra voz sobre el terreno. El éxito o el fracaso del proyecto, en gran medida descansa en ellos, por lo que elegir un buen equipo local es fundamental y conseguir y mantener una comunicación fluida con ellos es necesario, si queremos tener éxito.

      Yo siempre digo que el proyecto no es mío, si no de mi equipo local, ellos son los que conocen a la población local y sus necesidades. Mi función consisite en facilitar el trabajo del equipo local quien lidera el desarrollo de las acticvidades sobre el terreno.

      En el caso de el diseño del paquete de comida aquí en Malawi, yo sabía qué cantidad era necesaria de cada grupo alimenticio para hacer una ración alimenticia nutricionalmente adecuada, pero fue mi equipo local la que me puso sobre la pusta sobre qué tipo de pan escoger (pan de maiz o pan de trigo), el tipo de verdras a escoger o la carne enlatada con la que están familiarizados los beneficiarios.

      Pero así os podría poner numerosos ejemplos, en Pakistán mi equipo me ayudó a identificar el tipo de semilla de trigo local y tolerante a la sequía a distribuir así como a identificar los proveedores que vendían la raza de cabras, más adecuada a climas háridos. Ellos fueron los que supieron seleccionar las cabras adecuadas de las que no lo eran a pesar de que el proveedor sostenía lo contrario y quería meternos gato por liebre. También podría dar casos de lo contrario de como el personal local, por diferencias con el equipo líder, perdió el interés en el proyecto y lo hizo fracasar, o como en otra ocasión unos field officers se dedicaron a vender a la población local un puesto en la lista final para la distribución de letrinas, a cambio de unas miles de rupias. Por eso el tener un buen equipo que conozca el terreno y que no pierda la ilusión y la confianza es fundamental para alcanzar el éxito. Nuestra labor será supervisar su trabajo en base al marco regalemntario establecido con el donante y a facilitar su trabajo en el terreno.

      Un saludo, Iñaki

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  15. Hola chic@s:

    Ante todo dar las gracias a Iñaki por compartir de manera tan cercana y detallada su experiencia con la cooperación, y sobre todo hacérnoslo ver partiendo de cero.

    Lo que me queda claro de este relato y explicación, es que para crear un proyecto de cooperación hacen falta profesionales cualificados para tomar medidas y decisiones técnicas, pero por otro lado también profesionales que sepan en que localidad se va a realizar el proyecto y que limitaciones se pueden encontrar, al fin de cuentas, para realizar un proyecto de mejora en un determinada población hacen falta varias «cabezas» que se encarguen de lo técnico, humanitario, gestión, planificación…

    A todo ello, le debemos añadir las limitaciones, como el terreno, la cultura…ya que pueden entorpecer o desmoronar el proyecto.

    Para terminar, volver a dar las gracias a personas como Iñaki, que animan a personas que quizás no nacen cooperantes, pero que gracias a sus relatos y ánimos, crean cooperantes.

    Un abrazo.

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  16. Buenas tardes a tod@s,
    gracias Iñaki por el ejemplo tan actual que compartes.
    La verdad es que me parece difícil decisión si priorizar los hábitos culturales siendo así más accesibles o los factores nutricionales.
    Creo que si fuese posible preguntarles o saber de alguna forma, si estarían dispuestos a consumir esos alimentos, empezaría por ahí. Y en base a el resultado decidiría.
    Aunque al ser un problema actual y requerir de una respuesta rápida, hace que no haya tiempo para pararse a investigar las preferencias de los beneficiarios.
    Por lo creo que priorizaría la respuesta rápida a los factores nutricionales.

    Gracias y ya nos informarás de la decisión que se toma!

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    1. Estimada María, buenos días, como bien dices se trata de un asunto con difícil solución, pues tomando cualquiera de las dos opciones corremos el riesgo de tener un rechazo por parte de los beneficiarios. No nos es posible hacer un assessment previo pues los efugiados mozambicanos están dispersos por Malawi y nosotros debemos tener la comida preparada para su distribución cuando estos sean trasladados al campo de refugiados donde se les dará las raciones de comida. Finalmente hemos optado por un paquete de comida en el se han combinado las prioridades culturales con las básicas nutricionales. Pero como decía Groucho Marx «Estos son mis principios, si no le gustan estoy dispuesto a cambiarlos». Es decir, vamos a hacer un ejercicio empírico, tras las primeras distribuciones, haremos un pequeño test de aprobación o rechazo de la comida distribuida, e intentaremos cambiar y amoldarnos a las sugerencias de los beneficiarios (en la medida del presupuesto que tenemos y de la capacidadd e los proveedores locales). Un abrazo y feliz fin de semana. Iñaki

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  17. Hola todos

    Lo siento por el retraso pero lo he leido. Varias cosas me han llamado la intención tal como la capacidada de adpación de los coopérantes que pueden pasar de México a Pakistan pero los problemas se parecen. Estoy admirativa de a imersion cultural que supone estos proyectos. Es siempre más facil decir que hay se debe ser local y encontrar las soluciones las más sencillas.

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    1. Estimada Anne y estimados todos y todas, permíteme, por favor, empezar por el final de tu comentario, no siempre lo más sencillo es encontrar soluciones locales, yo pienso todo lo contrario, que sería más sencillo proponer soluciones importadas, que encajen con nuestros criterios culturales, económicos, y a la vez con los objetivos del proyecto. A la hora de buscar soluciones, éstas deberían tener en cuenta diferentes factores (prioridades de la población meta; criterios económicos y culturales de la población meta & objetivos del proyecto o de la organización). Os pongo un ejemplo fresco que me ocurre esta semana. Parece que, tras 20 años parado, el conflicto civil de Mozambique se reabre de nuevo y desde el mes de Febrero han entrado alrededor de 10.000 refugiados mozambicanos en Malawi.

      El ACNUR (UNHCR) junto con otras agencias ha planeado reabrir un antiguo campo de refugiados que había en el oeste de Malawi a donde concentrar todos los ciudadanos mozambicanos que pasan la frontera por numerosos puntos, buscando cobijo en Malawi. ACH, junto con otras agencias, va a apoyar a los refugiados en la distribución de Food Parcels (FP), debería tratarse de comida procesada y cocinada, pero debido a la falta de infraestructuras en el campo, no es posible cocinar 11,000 raciones, por lo que las FP deberían constituirse de comida procesada y empaquetada o enlatada, que tenga un mínimo de durabilidad y que resista las temperaturas sin que se estropee.

      En estos momentos tenemos un pequeño debate en la delegación de ACH en Malawi sobre qué tipo de FP distribuir a los mozambicanios y qué factores debemos tener en cuenta a la hora de diseñar dicha FP. Teniendo en cuenta de que no podemos comprar alimentos frescos por la situación del campo, el debate se centra en si debería priorizarse los factores dietéticos a la hora de diseñar el FP: en base a las necesidades de nutrientes establecidas por World Food Program (Solución fácil pero arriesgada porque quizás algunos de los componentes del FP podrían ser relegados por los beneficiarios al no estar habituados a ellos), o debería diseñarse la FP en base a los hábitos culturales de la población local, con lo que se asegura una aceptación del mismo pero quizás no se cubran los estándares nutricionales establecidos.

      Vosotros/as qué pensáis?

      Qué haríais en mi lugar?

      A mí me parece más sencillo el llamar a un proveedor para adquirir comida con mis criterios, pero quizás esta sea relegada, sin embargo el comprar alimentos bajo los criterios de los beneficiarios exige una labor de zapa, es decir un conocimiento amplio de los hábitos de vida y de las prioridades de los beneficiarios.

      Pero me gustaría que me respondieseis a la pregunta que os he planteado.

      En cuanto al poder de adaptación estimada Anne, es algo que se adquiere con los años y con la experiencia, para lo cual siempre ayuda el poder establecer una rutina de trabajo y un círculo íntimo con cosas imprescindibles (libros, música, etc.) que hagan la vida más agradable, especialmente si desarrollamos la vida en lugares con realidades complejas.

      Espero vuestros comentarios, un saludo

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  18. Buenas tardes a todos!

    Lo cierto es que ser cooperante, yo creo que se hace la verdad.

    No es cuestión de nacer con una predestinación hacia la cooperación, sino que considero cada uno tenemos un estilo diferente y personal que nos hace ser como somos y tomar partido por aquello que más nos llena o más nos atrae y una de las ramas que creo nos conecta a todos los de este blog es el de cambiar la sociedad y con ello el mundo.

    Por eso considero que un cooperante se hace, tras elegir, estudiar y vivir, se decide si queremos formar parte de esta rama tan estupenda de trabajo.

    Una entrada increíble!

    Muchas gracias por compartirla con todos nosotros.
    Un saludo. Marina.

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    1. Estimada Marina, y estimados todos y todas, perdona por el retraso en contestarte pero esta semana estamos a tope con las distribuciones de los food parcels, y vamos saltando de comunidad en comunidad durante todo el día. Yendo a tu comentario, me parece que no se nace siendo cooperante, o siendo bombero torero, o santo niño del remedio. Pero pienso que desde una edad muy temprana, durante la infancia y la primera juventud, adquirimos los valores que desarrollaremos y promoveremos durante nuestra vida adulta y la profesional. Y al respecto os comparto un artículo de El País del domingo pasado sobre los resultados de la educación de una familia entre libros, muy interesante:

      http://elpais.com/elpais/2016/04/01/ciencia/1459533142_811921.html

      Por mi parte creo que mi desarrollo profesional refleja esa curiosidad en la que me educaron por conocer, experimentar, por viajar y por saber más sobre otras culturas (el mundo está hecho para conocerlo, disfrutarlo y cuidarlo, y los límites para ello están en nuestra mente), además de por impulsar un mundo más equitativo.

      Creo que esa educación recibida me ha ayudado a ver la realidad con un enfoque global, donde la influencia de numerosos factores generan el producto que tenemos delante de nuestras narices. Por eso admiro a los renacentistas italianos, a los enciclopédicos de la Ilustración, o a los grandes exploradores del Siglo XIX por su avidez por experimentar, comprender y aprender.

      Los límites los ponemos nosotros, un saludo!!

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  19. Buenas a tod@s,
    Como bien dices Iñaki, hay que tener una buena base teórica, pero creo que la experiencia es la que al final asienta los conocimientos y aporta perspectiva al análisis de la realidad y a la intervención.
    Que curioso que «teniendo más» que las poblaciones en las que has trabajado, te hayas planteado quedarte a vivir allí con tu familia ya que «la gente disfruta más de la vida que nosotros». Me ha encantado ese comentario.
    El trabajo en contextos complejos como Pakistán… debe ser duro de «tragar» (sobre todo las limitaciones religiosas y políticas en relación con la mujer) aunque admiro tu valentía para conseguir llevarlo de la mejor manera posible.
    No sé si ser cooperante se nace… pero si ser cooperante se hace… ¡quiero ser como tu!
    Un verdadero placer leer esas pedazo de experiencias profesionales y personales de la mano de un gran cooperante.
    Un saludo!!! 🙂

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    1. Estimada María, muchas gracias por tus comentarios, que me hacen sonrojarme. Cualquiera que trabaje en lo que le gusta sabrá sacar partido y disfrutar del trabajo, afrontando los desafíos con precaución pero con ánimo de superación. A pesar de que los contextos puedan parecer duros, hay que saber adaptarse con el fin de aprender lo máximo (incluso en Pakistán). Y respondiendo a tu comentario deberíamos aprender a vivir más y mejor con menos, solo tenemos este mundo, aprendamos a disfrutarlo sin destruirlo. Un saludo desde Malawi, Iñaki

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  20. Hola Iñaki,
    Gracias por compartir tus historias y conocimiento del mundo de la cooperación al desarrollo. Durante que estaba leyendo tu blog la única cosa que podría pensar fue mi propia experiencia en Kenia. Todo de lo que dijiste sobre desarrollando un proyecto desde el punto de vista de los locales, viviendo como locales y sumergiéndose en la cultura me recordó sobre Kenia. Es verdad, los proyectos muchas veces los construimos en nuestro mundo de Europa o Australia o donde lo sea que no tienen nada de ver cuando estás en una comunidad remota en Kenia. Como has dicho ´siempre es bueno que los beneficios tengan una aportación al proyecto´, porque con esto podemos construir proyectos que van a ser sostenible por las comunidades cuando nos vayamos. Todo eso es lo que aprendí cuando ya estaba en Kenia con unas ideas que en realidad no iban a funcionar. Y por eso empezaba a hablar con los locales y aprender como pudiéramos apoyarles desde el punto de vista de un local.
    De nuevo muchas gracias,
    Amber

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    1. Estimada Amber, Good evening, Muchas gracias por tus comentarios. La verdad es que no tengo nada que añadir a lo que has comentado, creo que es muy cierto. Sin embargo sí me gustaría que nos detallases un poco más tu experiencia en Kenia con el fin de saber qué problemas tenían la población local, qué soluciones proponían las ONG que tú consideras que eran importadas y cuáles fueron ideadas por la población local, Muchas gracias

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  21. «lo primero que debe hacer un delegado los primeros meses en el terreno es ver, oír y callar». Esta expresión me recuerda a la disciplina de antropología y sus diarios de campo o etnografías donde el antropólogo pasaba meses e incluso años conviviendo en comunidades indígenas a fin de conocer y comprender su cultura, tradiciones, relaciones, idioma, etc.

    ¿qué capacidades y habilidades personales debe tener un cooperante para desenvolverse en culturas y entornos tan distintos y diversos unos de otros?.

    Y una pregunta que me produce curiosidad ¿como se afronta el regreso a tu cultura de origen tras haber convivido con personas y estilos de vida tan opuestos?. Cuando se viaja a tantos lugares ¿sientes que tienes un hogar al que volver?.

    saludo
    Paula

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    1. Hola Paula
      Gracias por tu comentario. ¿has leído el Antropólogo Inocente de Nigel Barley? Tus comentarios sobre Antropología me han rememorado ese libro que tuve que leer en la Universidad en clase de Etnografía. El mundo de la Cooperación es muy grande, y engloba una amplia tipología de puestos, desde logista hasta responsable de seguridad, pero si lo tuyo es el trabajo de campo, a no ser que te dediques a proyectos de fortalecimiento institucional, probablemente deberás hacer un trabajo antropológico con el fin de conocer los hábitos agrícolas, higiénicos, dietéticos o financieros de la población meta. Y precisamente eso es lo que más me gusta de mi trabajo, aprender de las poblaciones con las que trabajo, nuevos hábitos, costumbres, idiomas y culturas que me abran un poco más la mente. Y esa es la principal capacidad creo yo que debe tener un delegado de terreno, una mente abierta y dispuesta a aprender de los demás con humildad, pero siendo realista y sabiendo de dónde venimos y porque estanos aquí. Es necesario además, desarrollar cierta capacidad de adaptación a situaciones complejas o inesperadas, que nos provean de recursos con los que desatascar dichas situaciones. Y tener paciencia con la que poder gestionar diferentes ritmos de trabajo y de vida a los que debemos corresponder (donante, población local, etc.)
      El regreso… mmmm… ahí tocas mi talón de Aquiles, creo que la inmersión en otras culturas, especialmente si vives en zonas aisladas, rodeado de población local, o has trabajado en misiones que exigieron un alto nivel de entrega emocional, puede generar un coste emocional al regreso (choque emocional, choque intercultural, etc.), con el que hay que contar y estar preparado para digerirlo. De lo contrario al volver se corre el riesgo de sentirse inadaptado lo que puede degenerar en estrés y en un aislamiento estéril. En esas ocasiones es necesario tener recursos que nos ayuden a aterrizar de manera suave en nuestros círculos sociales. En este sentido mi experiencia ha sido variada, pero siempre me ha costado más despegarme de aquellas misiones que me exigieron una mayor implicación emocional. Por suerte tengo una familia bastante comprensible que me ha entendido y me ha apoyado en este sentido.
      Contestando a tu pregunta las ganas de ver y jugar con mis hijos me hacen sentir que tengo una casa a donde regresar, pero no te niego que también me he planteado en más de una ocasión el trasladar ese hogar a alguno de los países donde he trabajado, donde yo sentía que la gente sabía disfrutar mejor de la vida de lo que lo hacemos nosotros, y no cierro esa puerta para el futuro. Un saludo

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      1. Realmente debe facilitar mucho la vuelta y la readaptación al país de origen el saber que uno tiene un hogar dónde le esperan hijos y quizás pareja. Aunque habría que preguntar a esos hijos qué les parece que su padre desaparezca largas temporadas y vuelva de vez en cuando a jugar con ellos.

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  22. Hola a todos y todas!
    Yo creo que la calidad de la cooperación al desarrollo ha mejorado considerablemente en los últimos años, por eso hoy en día es difícil entrar a trabajar en una ONG sin formación específica e idiomas. Considero que esto es positivo porque no se trata de una labor caritativa que cualquiera pueda realizar, sino una labor técnica, que requiere capacitación, porque ello permite ser más eficientes y permite prevenir situaciones como las que Iñaki comenta, provocadas por el choque cultural y la falta de preparación para un puesto de trabajo que conlleva tan alta responsabilidad.
    Ir a imponer nuestras soluciones a otros países no tiene valor, pero como dices, participar en el proceso de identificación y creación de un proyecto conjunto es más enriquecedor y valioso y por lo tanto tendrá más probabilidades de éxito y continuidad una vez el proyecto finalice.
    Me gustaría saber si cuando se realiza la identificación de necesidades o el diagnóstico de una comunidad es habitual realizar IAP (Investigación-Acción-Participativa).
    Por último, yo creo que uno no nace cooperante, puedes querer ayudar a otras personas, pero eso no es suficiente, es necesaria la formación para trabajar en contextos culturales distintos y evitar sesgos culturales, además de la formación, supongo que también la experiencia dota a cada profesional de sus recursos propios y herramientas profesionales que le permiten mejorar sus intervenciones con el paso del tiempo y con la acumulación de experiencias prácticas vividas.
    Un saludo y muchas gracias por contar tu experiencia!

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    1. Estimada Lucía, gracias por tus comentarios, permíteme comentarte que en muchas ocasiones la preparación técnica no te salva de no tener en cuenta los numerosos factores que inciden en el éxito y la durabilidad de un proyecto. Mi regreso a Malawi me está sirviendo para constatar que 10 años después se siguen apostando casi por las mismas soluciones que había cuando estuve en 2006 y 2007, y mis colegas internacionales, algunos de ellos con alta preparación técnica, al igual que el personal de los Ministerios, tienen los mismos problemas. Esta circunstancia constata por un lado que más sabe el diablo por viejo que por diablo, es decir la experiencia y el conocimiento del terreno es un grado, y por otro que, como ya os había comentado antes, hay que saber que nuestras soluciones en muchas ocasiones tienen un impacto limitado por factores estructurales porque o bien no tenemos capacidad de incidir (situación económica del país, etc.), o bien es necesario un tiempo prolongado para revertir si efecto negativo sobre el desarrollo de nuestras actividades (cambiar formas de pensar y de actuar). Evidentemente que a la hora de identificar un proyecto es necesario constatar cuales son las carencias existentes con el fin de saber qué soluciones habría que buscar. Esta identificación se realiza mediante un diagnóstico, una línea base. Hoy en día este existen numerosas herramientas para realizar este diagnóstico y recoger la realidad del terreno directamente de sus protagonistas (entrevistas personales, Focuss Group Discussion, talleres DAFO; seasonal calendar, etc. diseñados para la ocasión). Las nuevas tecnologías se han adaptado para su realización, y en la actualidad en Malawi usamos tabletas 3G y 4G para la realización de las encuestas, los FGD, lo que ahorra en material y permite almacenar numerosa información en un pequeño espacio sin tener que usar papelería además de poder enviar la información en tiempo real en Madrid o en otro lugar para su posterior análisis. Es necesario complementar la recogida de datos sobre el terreno con fuentes secundarias: entrevistas a personas focales (autoridades, técnicos, profesionales, etc.) y con bibliografía existente que reafirme nuestros hallazgos en el terreno. Del diagnóstico participativo se podrán extraer, además las soluciones identificadas con ayuda de los beneficiarios. El proceso participativo no finaliza en la realización del diagnóstico si no que es una continuo proceso de realimentación y contraste de ideas con el fin de hallar soluciones adecuadas al terreno y el poder una evaluación constante de las actividades que se van realizando con el fin de poder revertir los fallos y errores tenidos durante la ejecución del proyecto y con el fin de generar un empoderamiento de los beneficiarios sobre el proyecto

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  23. Muchas gracias por compartir la experiencia, que afortunado haber acabado en cooperación al desarrollo en parte gracias al servicio que en aquellos tiempos era obligatorio. Me imagino que no sería para nada algo previsto y si lo fue, menuda oportunidad y estrategia!
    Afortunadamente contamos con muchas formaciones sobre la cooperación al desarrollo que resultan imprescindibles para poder ir mejorando los proyectos de éste ámbito, pero todo ello no sería posible sin las experiencias de los que habéis ido teniéndolas. Por eso muchas gracias, mediante vuestros relatos nos hacéis ver y reflexionar sobre los elementos positivos y negativos, los que habría que tener más o menos en cuenta al igual que algunas estrategias.
    Me quedo siempre con la importancia de empoderar o de hacer participe a las personas locales, pues sin ellas la verdadera acción humanitaria no seria posible, como dices en este articulo, es importante tener en cuenta los diferentes factores político, cultural, religioso, económico… así como las lenguas… y sobre todo no pensar que lo podemos todo solos y como queremos pues nuestra ayuda no se llevaría a cabo o no sería sostenible. Es interesante aprender sobre diferentes proyectos, es muy enriquecedor.
    En cuanto al titulo: ser cooperante, se nace o se hace? creo que la respuesta de Iñaki es muy clara, difícilmente se nace aunque siempre puede haber personas que de por si tengan unas cualidades y actitudes que favorezcan y aporten de manea positiva más elementos a este ámbito. Pero en caso contrario, las cualidades se pueden adquirir, el conocimiento, la experiencia y las ganas junto a un buen equipo seria la mejor combinación.

    Un saludo,

    Adriana

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    1. Querida Adriana, gracias por tus comentarios, lo cierto es que desde mi pto de vista pienso que es necesario tener una base técnica sobre el trabajo social (herramientas para la identificación y gestión de proyectos, etc.) para posteriormente acceder a una segunda fase de formación técnica especializada, la cual debería certificar desde el pto de vista técnico que las soluciones identofocadas junto a los beneficiarios en el terreno, son viables, sin descontar los demás factores que inciden en la vida de los beneficiarios y de un proyecto, porque sin los beneficiarios no hay proyectos. Uno de los primeros consejos que recibí de parte del Director País nada más bajar del avión en mi primera misión (Luis Pemán en El Salvador) fue que el delegado cuando aterriza nuevo en un país, durante los primeros meses (especialmente cuando se trata de misiones de Desarrollo) debe ver, oír y callar antes de aportar cualquier opinión al respècto, es decir absorber lo máximo posible para conocer el medio en el que se va a desarrollar nuestro trabajo con el fin de apoyar mejor a la población beneficiaria y evitar equivocaciones posteriores

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      1. Muchas gracias Iñaki, estos aspectos de los que hablas son los que aportan valor y distinción a nuestra profesión. Aunque aun no haya podido salir a realizar un proyecto como el tuyo, sí que he experimentado un proceso similar en las prácticas de la carrera (aunque a menor escala), pues en un principio es necesario «ver, oír y escuchar» como dices, y a partir de ahí irse implicando poco a poco en las tareas y proyectos de la institución.
        Me ha encantado el comentario en el que respondes a Paula, respecto al abrir la mente y aprender de otras culturas me parece algo increíble y que intento aprovechar cada vez que viajo y puedo confirmar que me ha enriquecido mucho a lo largo de los años y espero que así sea en un futuro en un proyecto profesional. Creo recordar que también leímos ese libro y recuerdo quela asignatura de antropología que tuvimos aportó muchos elementos sobre el trabajo de campo yla necesidad de éste.
        También me planteaba preguntas como las que has contestado a Paula sobre la vuelta y la vida familiar, debe ser una oportunidad increíble el llevar la familia al terreno pero también una posibilidad en la que habría que valorar muchos factores. Y es un gran punto a favor saber que parte de la familia esta en el país de origen pues así el regreso se lleva mucho mejor; según pasan los años y las experiencias me imagino que uno se siente un poco más de todo el mundo, que ha dejado parte de sí en cada sitio donde ha estado y tendrá más facilidad para comprender, empatizar…. al ver las noticias, encontrarse con personas de esos países… incluso aportando mucho a nuestro alrededor.

        Un saludo,

        Adriana

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  24. Me gusta mucho el relato!! Gracias por contarnoslo. Que suerte has tenido, en poder vivir esas experiencias.
    Yo soy Diana, estudie el master en Cooperacion y un curso de EML, pero nunca he conseguido entrar, ni si quiera de voluntaria para aprender…una pena!!
    Que sigas asi por muchos años y gracias por tu labor.

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    1. Querida Diana, muchas gracias por tu comentario, pero te enaimo a que sigas apostando por este mundo de la cooperación, ya sea como profesional o como voluntaria. Y os invito a continuar el debate y lancéis nuevas ideas, porque yo también quiero aprender de vosotros.

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